El Baldío y El Mirador. 11ª parte.
Fecha: 25/05/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: sexigaleno, Fuente: SexoSinTabues
... pero, peroooo, ahhhhhhhh, me hagoooooooo, ahhhhhhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh, ya una vez que pasada la excitación de mi pequeña, me di a voltearla y me ubique yo encima de ella, quien me recibió con sus piernitas abiertas, sólo unos breves frotes encima de su cosita húmeda y mis disparos eyaculatorios embarraban su vientre plano, la limpié del desastre, ¿pero su orinada donde estaba? La sábana estaba seca, sólo una manchita de humedad que precisamente era de ella, ¡mi nena por primera vez ya había alcanzado un orgasmo!, sin haberse vaciado en lluvia dorada como lo hacía, mi nena ya se estaba convirtiendo en una mujer en pequeño, por lo que noté cuando la limpiaba de su entrepierna que eran fluidos viscosos y transparentes de un orgasmo que la hizo caer profundamente dormida. A la mañana siguiente me levanté muy temprano y la deje que durmiera, la cubrí bien y salí a comprar para el desayuno, al regresar ella ya estaba despierta y sentada en la mesa tomándose un café, ¡la que vi que tenía una ojeras como panda de zoológico!, ya le puse unos antojitos calientes y unos tamales con un vaso de atole y desayunamos los dos, al rato me dice que iba al baño, en eso buscaba ropa limpia, para darme un regaderazo antes de salir, ya que tenía que ver a Paola y a las demás nenas en casa de Jacqueline, cuando la veo toda pálida y llorando en el umbral de la puerta, le pregunté, ¿te sientes mal que tienes?, ya me dijo que le estaba saliendo sangre de su cosita, y que se espantó de ver ...
... que los papeles los manchaba al limpiarse, ya la abracé y le dije que era ya su primera regla y que ya le había explicado antes de lo que le iba a suceder, ya tranquilizada, le acomodé su protector en una pantaleta limpia y acostada se la puse, y le dije que hiciera todo con normalidad, que no pasaba nada, pero que tenía que estarse revisando, para cambiarse la toalla, cuando ya estuviera mojada. Salí de mi hogar rumbo a la casa de Jacqueline, pero antes le llamé de una caseta telefónica para saber ¿cómo habían amanecido?, y saber sí aún estaban solas, por si acaso la sirvienta ya estaba en esa casa, ya con la respuesta de mi “barbi”, tome camino a su residencia, al llegar al pie de su casa veo una camioneta estacionada en la entrada principal y me detuve dizque hablando por teléfono de una caseta cercana con el fin de observar, sí esa camioneta era de sus padres, o de algún familiar que pasó a darle la vuelta, o era la unidad de la mamá de mi Paola que había ordenado al chofer pasar por ella o irla a ver como estaba, eran interrogantes que me hacía, hasta que de momento se abre la puerta de acceso y sale un hombre y atrás Paola con una maleta y se la da, el hombre al meter en el portaequipaje la misma, saca otra y se la entrega a Paola, quien la toma y se da la media vuelta, para meterse a la casa de Jacqueline, el hombre en una acción rápida volteo para ambos lados y le dio una nalgadita a la nena, quien soltó la maleta al momento y con sus manitas en su cintura, se veía que ...