El Baldío y El Mirador. 11ª parte.
Fecha: 25/05/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: sexigaleno, Fuente: SexoSinTabues
... le reclamaba la acción con cara de molestia, el tipo se dio la vuelta para subirse y riéndose a la vez de lo que le había dicho mi Paolita a quien la observaba de lejos que estaba enfurecida, ya que el tipo se fue y Paola ya estaba dentro, caminé despacio hasta llegar a la puerta, toqué el timbre y al instante escuché la voz de Jacqueline, quien se sorprendió al escuchar la mía a través del interfono de la puerta, rápido fue a abrirme dándome un beso, ya nos encaminamos rumbo a la alberca y ahí estaban el ramillete de mini doncellitas jugueteando entre ellas. Mis ojos buscaron a Paola, quién salía del espacio de hobby, la que al verme corrió a lanzarse a mis brazos, dándome un cúmulo de tiernos besos, ¡lo que las demás veían con sorpresa!, ya pasada esa manifestación a la que era objeto de esta “mujercita”, me senté en la mesa de jardín a platicar con Jacqueline y Miriam, para saber de sus molestias posteriores a esa cópula anal que se dio un día antes conmigo, las que me manifestaron que había dolor pero ya muy ligero, y que se habían revisado entre ellas sus culitos, y que todo estaba bien sólo los tenían rosados y adoloridos un poco, ya después de esa platica se escuchó el timbre y fue Jacqueline a ver quién era y de regreso atrás de ella venía una jovencita no mayor a los 20 años, quien me la presentó diciéndome que era la chica que les ayuda en la casa, y a mí me presentó como su maestro de educación física, la que sólo venía a ver si necesitaban algo, sólo le dijo ...
... Jacqueline que les trajera una jarra de limonada para bajar el calor, la que presurosa la chica fue a hacerla, regresando a los pocos minutos con el pedimento, y con la misma se despidió para retirarse, entre la despedida de mano de esta chica conmigo, yo sentí que al hacerlo sus dedos masajearon un poco la palma de mi mano y me sonrió de una manera coqueta bajando sus ojos, y deteniendo unos segundos más su mano en la mía. En ese momento la chica le dijo a mi “barbi”, oiga señorita, porque no le dice a su maestro, ¡qué me ayude a sacar las botellas de cerveza vacías de su papá!, que me dijo su mamá, antes de que se fueran, ya las tengo juntadas, pero no puedo sacarlas al estacionamiento, así para que los del camión de la basura las jalen el lunes que ya regreso a trabajar, - >>> pues sí, no hay problema por mí, pero no sé si quiera el maestro apoyarte, >>> ¿me ayuda maestro?, es que no puedo cargar la lona que llené de envases, y es que está en el sótano y me cuesta subirla, >>> claro que sí, ¡vamos!, >>> ay maestro, discúlpeme, pero sí no lo aprovecho aquí no hay quien me ayude en eso, el señor no le gusta cargar, pero bien que le gusta juntar cosas que ya no se usan, >>> ok, no hay problema, pero tú condúceme a ese lugar, ya que no conozco la casa, >>> sí claro, sígame por favor. . . Me di a seguir sus pasos tras de esa chica, que caminaba cómo de puntitas e iba viendo sus gruesas piernas desde los tobillos hacia arriba, que en cada paso sus gemelos o sea “los chamorros”, se ...