1. Como me entregué a mi hijo


    Fecha: 24/08/2017, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Cabrera1993, Fuente: CuentoRelatos

    ... sonaba quebrada… Los dos tratábamos de disimular la calentura que nos habíamos agarrado al ver nuestras partes al desnudo…
    
    Él fue a tomar el jabón y sin desearlo su miembro, erguido a full, hizo contacto con una de mis nalgas…
    
    – Ahhh… exclamé entre sorprendida y deseosa cuando ese roce me produjo como una chispa en el glúteo.
    
    – ¡¡Ohhh!! – exclamó él ante ese contacto…
    
    Su mano no había llegado a tomar el jabón por lo que reiteró el movimiento…
    
    – Hummm… ahhh… exclamé cuando su verga resbalando por la nalga me ingresó en la raya del culo…
    
    El sorprendido por el hecho soltó el jabón el cual cayó a mis pies. Sin medir las consecuencias en forma automática incliné mi cuerpo estirando mi brazo y mi mano para recogerlo del piso de la bañera. Su verga no abandonó la raya del orto…
    
    Al inclinarme mi chochita fue en busca de la cabeza de su pija… Todo ocurrió en centésimas de segundo… El enorme glande se apoyó en la entrada de mi vagina, y el impulso que mi cuerpo llevaba para inclinarse hizo el resto… Como una bala atravesó la puerta de la concha y se fue para dentro…
    
    – Ahhh… ahhh… ahhh… bramé al sentir la entrada…
    
    – ¡¡Uyyy!! – Dijo él e involuntariamente empujó su pelvis hacia delante…
    
    – Ahhh… me… entró… ahhh… uuuhhh… que… grande… que es… – más de la mitad de la pija se fue para adentro…- uhhh… siii… ponémela toda… – exclamé sin poderme contener…
    
    Y él lo hizo. Un empujón y todo ese enorme pedazo de carne se enterró en mi cuerpo sacudiéndome y ...
    ... provocándome un shock… Tembló todo mi cuerpo, mi concha se abrió desmesuradamente y absorbió ese falo gigantesco en su totalidad… mis rodillas se aflojaron y me tuve que sostener de la pared… El pendejo caliente como pava de lata comenzó a mover todo ese instrumento en mi interior, lo hacía girar, lo sacaba hasta el glande y lo enterraba de nuevo… Ante ese terrible ir y venir de su grueso glande frotando el interior de mi argolla no pude sustraerme ni por un minuto del placer que me estaba brindando… y eso se reflejó prontamente en los orgasmos que me sacudieron ininterrumpidamente…
    
    – Ahhh…me voooyyy… uhhh… siii…
    
    El redoblaba el esfuerzo y minutos más tarde…
    
    – Uhhhyyy acabooo de nuevo…ahhh…
    
    Nuevamente su pija tomaba ritmo, su glande entraba y salía, mi concha se abría y cerraba a su paso… y yo temblando, totalmente entregada, empecé a decirle que si a todo lo que me preguntaba…
    
    – ¿Te gusta cómo te estoy cogiendo? ¿Viste que hermosa pija te estás comiendo? ¿Me vas a dejar que te chupe la concha? ¿Estas hermosas tetas son para mí? – y yo decía Si… Si… Gozando como estaba ni escuchaba lo que preguntaba… Por eso no preste atención cuando dijo…
    
    – Me dejas que te rompa el culo…
    
    – Si… Si… rompémelo todo… contesté. Estaba agotada… respiraba agitadamente… apenas podía sostenerme parada…
    
    El sacó la pija de mi concha y la dirigió a la entrada de mi trasero… Cuando lo sentí apretarse contra mi virgen agujerito un sudor frío recorrió mi espina dorsal… y una explosión de ...