1. Como me entregué a mi hijo


    Fecha: 24/08/2017, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Cabrera1993, Fuente: CuentoRelatos

    ... estrellas multicolores estallo en mi cerebro cuando el glande me lo partió sin ninguna misericordia… Las piernas se me aflojaron. El me sostuvo durante unos instantes y al notar que mi peso era mucho giró medio cuerpo y se sentó al borde de la bañera… Mi culo, abotonado a su verga, lo siguió en el movimiento. Pero cuando el terminó de sentarse mi cuerpo aún estaba en el aire. Motivo por el cual siguió su camino hasta lograr el apoyo. Resultado… la verga se enterró hasta los huevos en mi orto. Freno su entrada cuando mis nalgas hicieron contacto con sus muslos.
    
    Ya no sabía ni como me llamaba. El terrible pedazo me había destrozado el culo y hundido profundamente en mis entrañas. Estaba empalada a esa pija y no podía moverme de tan adentro que la sentía.
    
    Entonces me comenzó a mover hacia arriba y me dejaba caer a lo largo del mástil el cual se enterraba resbalando por todo el interior de mi pobre culo…
    
    Tanto va el cántaro a la fuente… Por fin eyaculó. Recibí la ola de semen caliente en el orto como si fuera el maná en el desierto… Me desabotoné 15 o 20 minutos después… aún me temblaba el cuerpo…
    
    Me ayudó a llegar a la cama e hizo que me recostara… caí cuan larga soy. Él tomó mis piernas, las abrió y las puso al hombro… Yo ...
    ... estúpidamente lo dejaba hacer… mi mente no funcionaba a la velocidad requerida… y él se aprovechó de esa circunstancia. Con mis piernas en sus hombros mi concha quedó entregada a su merced. No dudó ni un instante.
    
    Me enterró la pija hasta el fondo. A partir de ese momento solo el gozó del sexo…Me hizo lo que quiso y cuanto quiso… Me lleno de leche la concha y el culo… y el tercer polvo me lo hizo tragar…
    
    Tras tomarme todo su semen se recostó a mi lado y ambos nos quedamos profundamente dormidos…
    
    Cuando me desperté el aún permanecía dormido…Tropezando y arrastrando los pies llegué al baño y me di una profunda remojada para espabilarme…Tras la ducha, aun temblando, me dirigí a la cocina donde calenté café. Estaba física y mentalmente destruida. Me había cogido a mi hijo… y lo que era peor… ¡¡lo gocé y deseaba más!! El solo pensar en las dimensiones de ese pene ya me ponía cachonda… En medio de ese instante él apareció en la puerta de la cocina… Miré su entrepierna y gemí, rogué…
    
    – Gaby… dejame chupar ese hermoso pedazo…
    
    No se hizo rogar más… se acercó y me dejó que lo chupara a mi antojo…
    
    Desde entonces mi hijo es mi amante… Sé que está mal… pero es hermoso sentir todo ese miembro en mi cuerpo… y cuando me llena de leche… más hermoso aún… 
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