1. Emilio (El tío Benito)


    Fecha: 24/08/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos

    Las mujeres se iban quedado rezagadas. Su continua charla y las dos pequeñas las tenían lo suficientemente entretenidas como para no poder avanzar mucho, pero eso a ellos no les importaba demasiado; porque, había ciertos detalles que hacían de esa pequeña marcha algo estimulante... como por ejemplo, el hecho de que Emilín, a una distancia de 1, o, 2mts, delante de ellos, no se hubiera puesto el pantalón después de salir del agua y dejara a la vista su imponente culo, tan solo cubierto con un pequeño speedo.
    
    Álvaro y Benito, subían encantados mirando ese par de glúteos. No podían quitarle ojo…
    
    Poco a poco, iban llegando a la casa de Mercedes, que llamó a Benito, para pedirle que se adelantara y pusiera a punto el agua de la piscina.
    
    - Voy a preparar la piscina, niño… ¿te vienes?, le preguntó a Álvaro
    
    - ¡No, deja!, que estoy que no puedo ni con mi alma.
    
    Entonces, Emilio se dio la vuelta; y se ofreció a acompañarle
    
    - ¡Espera!, que voy contigo.
    
    Ellas se habían parado y formado un corrillo en torno a la niña de Mari Angeles, que no dejaba de llorar; por lo que Álvaro se acercó hasta donde estaban.
    
    - ¿Que es lo que pasa, Rosa?
    
    - ¡Esta, loquita!. Que ya sa caío unas cuantas veces, y mira como tiene las roillas…
    
    Benito y Emilio ya había llegado a la casa; y se habían puesto manos a la obra…
    
    Pero escucharon el saludo de Pepe desde la verja.
    
    - ¡Buenas!… ¿que estáis haciendo ahí, los dos?
    
    - ¡Hola, Pepe!… pues, ¡ya lo ves!. Que hemos venío a poner a ...
    ... punto el agua de la piscina, ¿y tu?…
    
    Emilio, miró a Pepe, con una sonrisita en los labios; y no pudo evitar preguntarle.
    
    - ¿Que tal? ¿Cuando habéis terminado?
    
    - ¿La fiesta?…
    
    ... yo me he venido temprano, pero allí todavía quedaba marcha de sobra. El niñato ese, Eugenio, ¡es una verdadera fiera!… insaciable, niño. ¿Pa que te vi a contar?.
    
    - ¡Bueno, anda!, ¡pasa!... y, dejaros de charla; que esta barbacoa, tiene que ser, la mejor barbacoa del año ¿vale?, dijo Benito
    
    - ¿Hasta cuando estás aquí?, niño… le preguntó a Emilio...
    
    - ¡Hasta mañana!. El sábado tengo partido.
    
    Se habían arrodillado en una esquina, en la que Benito tenía todos los artilugios para el control de la piscina metidos en un hueco hecho en el suelo; y Emilio intentaba ayudarle, manteniendo abierta la tapa del deposito del cloro, mientras lo recargaba.
    
    Pepe, que ya se había acercado a ellos, también se arrodilló; pero no precisamente a ayudarles.
    
    Como el que no quiere la cosa, dejó sus manos sueltas, y se le enredaron entre las piernas de Emilio…
    
    Y se le escapó...
    
    - ¡Ay!, como me pones, niño…
    
    Al oír esto, Benito, que estaba terminando de echar el cloro, giró la cabeza, y vio lo que vio; y le miró desafiante…
    
    - ¿A eso has venío?... ¿a tocarle el culo a mi sobrino?
    
    - ¡Tranquilo, tito!, que no pasa nada, dijo Emilio, poniéndole la mano en el hombro.
    
    - ¡Perdona, quillo!, que no he querío ofender, ¡eh!… se disculṕo Pepe.
    
    Entonces Benito miró a su sobrino, y luego a su ...
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