1. Emilio (El tío Benito)


    Fecha: 24/08/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos

    ... reloj; y vio que ya eran las 14:35.
    
    - ¡Mira!, Emilín… Mercedes es muuu tranquila pa tó, ¡niño!... y como veo que tienes ganitas de jaleillo, podemos meternos en el taller, ¿te parece?.
    
    Pepe y Emilio soltaron una carcajada…
    
    … pero le siguieron hasta llegar a un lateral de la casa, en el que había una puerta metálica de color verde.
    
    - ¡Por aquí, por aquí!, dijo empujándola.
    
    - Aquí es donde mejor lo paso, ¿verdá, Pepe?… ¿te acuerdas de cuando te arreglé el motor de la “Paloma”? (la lancha de Pepe)
    
    - ¡Ya lo creo!. Si no es por tí….
    
    Entraron hasta el fondo y Emilio se puso a curiosear con verdadero interés...
    
    - ¡Que bien acondicionado tienes esto, tito!, dijo; y sintió las manos de su tío acariciándole el culo.
    
    - ¡Tu si que estás bien acondicionáo!, niño...
    
    Le rodeo con los brazos, pegándose a él y diciéndole al oído:
    
    - No podía imaginarme que te hubieras puesto tan rico, niño… ni que te gustara tanto un buen rabo.
    
    Pepe se percató, y enseguida se acercó a ellos, empinándose un poco para comerle la boca…
    
    Luego, bajó hasta el cuello y empezó a besarle pendiente de Benito, que le estaba quitando el speedo...
    
    Y, ahora, arrodillado, le comía la polla mientras Benito se embadurnaba el rabo con saliva y le escupía en el ojete...
    
    Luego, pegó un buen empujón y...
    
    - ¡Ay!, ¡Ay!, ¡Ay!, ¡que cabrón!… se quejó Emilín...
    
    - Pero, ¡que polvo tienes, niño!… ¡me vuelves loco!
    
    Y, poco a poco, inicio un mete saca que en minutos se convirtió en ...
    ... algo absolutamente febril.
    
    - ¡Que güeno, estás , niño!… ¡que güeno estás!
    
    Solo fueron cuatro, o cinco minutos... porque, enseguida escucharon a la Nuri alborotando y el ruido típico de una puerta metálica al abrirse.
    
    - Ya están ahí, dijo Pepe, subiéndose los pantalones.
    
    - Que mala suerte, ¡coño!… ¡con lo que tardan pa tó!...
    
    Salieron del taller, como si tal cosa… y se encontraron con Marcos, que estaba buscando una hamaca para tumbarse; y cuando vio una pegada a la pared, junto a la puerta del taller, la cogió y siguió hacia adelante.
    
    - ¿Donde vas por ahí Marcos?, dijo Pepe.
    
    - Al otro láo, que es donde da la sombra…
    
    - ¡Ah!... ¡vale!, ¡vale!… ¡venga!
    
    A pocos metros de la piscina, y junto a la pared, habían colocado una plancha y una parrilla, en la que iban a preparar la comida. Y la mesa grande ya estaba preparada con sus sillas y sillones alrededor de ella.
    
    Las dos niñas, chapoteaban en el agua de la piscina pequeña... y Mari Ángeles sentada en el bordillo, no les quitaba ojo.
    
    Emilio decidió darse un chapuzón; y entró en el agua como de costumbre, se aproximó al bordillo y saltó para hacer una carpa. Y Mari Ángeles, se arrancó a aplaudir.
    
    - ¡Que bien lo haces!, le dijo cuando salió del agua
    
    - ¿Te ha gustado?. Pues la que voy a hacer ahora, te la dedico…
    
    Y volvió a saltar...
    
    Pepe también aplaudió; no podía dejar de mirarle…
    
    Mercedes empezó a repartir chuletas de cordero y sardinillas...
    
    - Que no se os queden frías ¡eh!… que ...