1. Me volví la Mujer de mi jefe por pagar una deuda


    Fecha: 27/05/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Erikasexxy, Fuente: CuentoRelatos

    ... dónde conseguirlo y no podía quedarme sin trabajo en esos momentos…
    
    —Anda ven aquí a mi lado.
    
    Me estiro su mano, la verdad no lo pensé mucho y la tome, me jalo y quede frente de él, me abrazó por la cintura para restregar más su bulto de sus pantalones.
    
    ¿Qué diablos había hecho me había doblegado ante mi jefe? ¿Por qué carajos había aceptado? ¿En qué momento mi mente me traicionó?
    
    —Pare por favor. No puedo hacerlo. Le dije tratando de empujarlo.
    
    Pero era inútil. No podía zafarme, era un macho con muchas fuerzas, yo bien sabía que le debía el dinero y aun no tenía para pagarlo.
    
    Pero le importaba un pepino y siguió abrazándome y regocijándose contra mi cuerpo.
    
    — Mira Erika tu tranquila que sólo será un ratito de diversión para los dos te va a encantar; me dijo al oído.
    
    Francisco fue besando mis hombros, luego se inclinó y fue besando todo el escote de mi espalda, sus manos se metieron debajo de mi vestido y toco mis nalgas. Por su respiración sabía que mi jefe estaba muy excitado. Bajó hasta ponerse a la altura de mis glúteos, sus manos registraban mi trasero metiéndolas dentro de mi tanga y mis pantimedias.
    
    —Que gran culo tienes mujercita!- me decía mientras tocaba, apretaba y pellizcaba mis nalgas. Yo por mi parte estaba con los ojos cerrados no quería sentir nada, me moría de arrepentimiento pero debo confesar que empezaba a gozar sus caricias, me estaba excitando me tocaba de una manera tan rica que mi pepita ya estaba mojada por dentro. De ...
    ... repente, con sus manos bajo mis calzones y mis pantimedias hasta mis tobillos, levantó mi vestido y comenzó a darme una rica chupada de nalgas con pequeños mordiscos. Yo le ayudé a detener mi vestido para que no se bajara, así él podría chuparme y sus manos me acariciaban mi rajita, sus dedos gruesos y largos eran hábiles, tocaban en el lugar correcto, entre su pulgar y su dedo índice me tomaban el clítoris y lo masajeaba.
    
    Los gemidos empezaron a llenar la sala de juntas. Unos minutos después usó sus manos para abrirme mis dos carnes y lamer el ojito de mi culo, casi quería comérselo todo, lo hacía con un éxtasis enorme, yo jadeaba de placer.
    
    Había perdido el control por completo ya no me importaba nada había dejado de pensar en mi novio en mi inocencia en lo que estaba haciendo por pagar una deuda.
    
    Mientras me lamía el culo, uno de sus dedos se metía dentro de mi rajita para luego masturbarme lentamente. A los pocos minutos, un segundo dedo entro en mi panochita, yo estaba a punto de venirme, su lengua examinaba todo mi culo llevándome al cielo. Emití un quejido y dejé caer una buena tanda de jugos íntimos a mi rajita cuando llegué a un rico orgasmo. Creí que me desmayaba de placer. Nunca mi novio me había dado un tratamiento oral como ese.
    
    No cabe duda que los hombres mayores mejoran su forma de tratar a las mujeres en el amor.
    
    –Papi que rico me lo haces!!- fue todo lo que yo decía en ese momento.
    
    Había caído a sus redes ya era completamente su hembra.
    
    Luego ...
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