1. Y de regalo: una esclava


    Fecha: 28/05/2019, Categorías: Incesto Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos

    ... también a juego con el resto.
    
    La vista de ese culo me hizo dejar la vara y cambiar de idea. Le bajé y quité las braguitas agachándome detrás de ella para hacerlo, me quedé mirando su chocho peludo y su ano ligeramente oscuro. Vi que los pelos se empezaban a humedecer, señal de que estaba empezando a excitarse. Me puse de pie a un lado y pasé mi mano por esos glúteos maravillosos.
    
    -ZAS. –Le di con todas mis fuerzas.
    
    -AAAAAGGGG. –Gritó.
    
    Tomé la vara y le di tres fuertes golpes con ella.
    
    -No quiero oír nada.
    
    Volví a acariciar su culo de nuevo y…
    
    -ZAS
    
    -ffff
    
    No moví la mano de su culo. Hice una señal a Habiba para que me fuese chupando la polla. Seguí acariciando su culo, metiendo en su raja mi dedo medio y bajando hasta recorrer los bordes de su coño. Volví a subir realizando el proceso inverso y de nuevo…
    
    -ZAS
    
    -ffff
    
    Nueva bajada y repaso de coño.
    
    -mmmm
    
    Repetí el proceso hasta que tuvo el culo totalmente rojo, entonces me puse tras ella, recorrí su coño con mi polla desde el clítoris al ano, donde hice presión para meterla.
    
    -NOOOOO. –Seguido de una parrafada en árabe y levantándose y volviéndose hacia mí.
    
    Sin decir nada tome la vara, la agarré por donde supuse que debía de tener el cuello, porque con esa prenda no enseñaba ni los ojos, y la volví a colocar en posición. Subí de nuevo las prendas y mientras la sujetaba le solté cuatro golpes en su culo.
    
    -¿Sí o no?
    
    -No, signor, - seguido de algo en árabe.
    
    Dos golpes ...
    ... más.
    
    -¿Sí o no?
    
    -Pog favog, signor, - seguido de algo en árabe.
    
    Dos golpes más.
    
    -¿Sí o no?
    
    -Sí, -dijo llorando, seguido de algo en árabe.
    
    Volví a ponerme tras ella, escupí sobre mi punta y sobre su ano, realizando un nuevo intento. Tuve que hacer fuerza, pero conseguí que entrase un poco.
    
    -PFFFFSSS. –Soltó aire con fuerza.
    
    -Sssss. –Le dije yo para que siguiera en silencio.
    
    Un nuevo empujón y entró la cabeza.
    
    -Uuuuugggg
    
    Volví a escupir en mi polla y de un nuevo empujón entró hasta dentro. Ella mordió la cama y la arañó con las manos para ahogar su grito. La presión en mi polla era tremenda y mi placer, máximo. Mi ex nunca me dejó encularla. Y luego me enteré de que era otro el que lo hacía.
    
    Disfruté de ella un buen rato, hasta que sentí que hacía fuerza con el esfínter. ¡Se estaba corriendo! y ya no pude aguantar más y me corrí en su culo.
    
    Cuando se la saqué, finas líneas blancuzcas caían por sus muslos. Tiré de las prendas para que se levantase y le dije:
    
    -A partir de ahora no te quiero ver por aquí. ¡Fuera!
    
    -Me has violado. Ahoga segué yo la que te denunsie al ofisial.
    
    -¿Acaso dudas de que considerará injusto el castigo cuando le muestre la marca de mi mano?
    
    -No, pog favor. No digué nada, pero tampoco diga usted.
    
    -¡Vete de una vez!
    
    -¿Mis bagas…?
    
    -Me las quedo. ¡VETE YA!
    
    Al fin nos quedamos solos Habiba y yo. La llevé a la ducha y nos dimos una buena jabonada y luego la estuve secando.
    
    -Gracias señor por llevarme con ...