1. Gracias a los relatos xxx


    Fecha: 02/06/2019, Categorías: Hetero Autor: Benito, Fuente: CuentoRelatos

    Yo siempre fui un asiduo lector de las páginas con relatos xxx, sabia bajarlos e imprimirlos para después leerlos en el baño, era toda una rutina y mientras los leía me masturbaba, lo cual lo disfrutaba mucho.
    
    Yo soy un hombre casado y la relación con mi mujer es genial en todo sentido, tanto en el matrimonio como en la cama y mi mujer tiene una sobrina, hija de un hermano de ella, la cual nos vino a visitar en unas vacaciones para estar con su tía, una rica jovencita de 18 años con unos pechos muy prominentes, una cola para el infarto, de 1.62 altura, ojos cafés, pelo largo hasta la cintura de color castaño claro y una carita de ángel. Lo cual elevó mi estado de excitación. Yo soy un hombre de 52 años, flaco, 1.70 altura, 70 Kg y bastante bien dotado sin ser presumido y la presencia de la joven tenía mis hormonas mucho más despiertas.
    
    Imaginando que por las noches nos escuchaba a mí y mi señora cuando teníamos relaciones, dado que mi mujer es de las que goza mucho y grita como una gata en celo cuando acaba y yo estaba casi seguro que mi sobrina lo escuchaba desde su cuarto, que está pegado al nuestro y que seguro ella se masturbaría escuchando nuestras relaciones. Porque a la mañana, cuando desayunábamos juntos, después de una noche de sexo con mi señora, las miradas eran como cómplices.
    
    Un día que estaba con mi rutina de leer los relatos porno en el baño y haciéndome una terrible paja, alguien golpea a la puerta para poder entrar. Era mi sobrina que le urgía las ...
    ... ganas de ir al baño, yo dejé de pajearme y metí los papeles en un cesto, esos de baño donde se tiran las toallitas intimas y los desechos del baño, para no salir con los papeles en la mano. Me acomodé mi pija, todavía erecta, en mi bóxer, subí mis pantalones y salí del baño con una erección muy notoria que se notaba por sobre el pantalón. Ella se dio cuenta porque me miró el bulto, se sonrojó y me dio una mirada cómplice.
    
    Yo me fui a la cocina a tomar agua y regresé al baño cuando se había marchado a buscar mis lecturas, mucha fue mi sorpresa al no encontrarlas. Me arrimé hasta la habitación donde dormía mi sobrina, la puerta estaba cerrada y escuché como gemidos, me imaginé que se estaba masturbando leyendo los relatos.
    
    De ahí en adelante empezó el juego de seducción para con ella, empecé a mostrarme más liviano de ropa o más ajustadas para que se notara mi bulto y mi erección y empecé a bajar relatos xxx de tíos con sobrinas, los imprimía y dejaba en el cesto de basura para que ella los encontrara y los leyera. Noté que ella también empezó a mostrar más de su cuerpo, sabia andar de camisón más trasparente por la casa, cuando mi esposa salía a hacer las compras salía de su cuarto con la excusa de buscar algo en la heladera, se agachaba mostrando todo su culito y lo movía mirándome de reojo para excitarme. Yo sabía también ir a la heladera con la excusa de buscar agua o algo que estuviera bien al fondo, para aprovechar a apoyarla sin ningún disimulo en su cola con mi pija ...
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