1. Inicios y humillada


    Fecha: 05/06/2019, Categorías: Incesto Autor: teletubbie, Fuente: CuentoRelatos

    ... a penes grandes, penes negros, para ser una Susy. Encontré mi camino en la vida, ser una sumisa mientras estaba de chica, hubo un tiempo que tire todo, y quería dejarlo, conseguí novia, y estaba bien, pasaron muchos meses, pero mire un video de una travesti y mis ganas volvieron, deje a mi novia, me pelee muy feo con ella. Estaba mal pensando que solo por una excitación arruine muchas cosas, pero luego vino con más fuerza, transmitía por paginas como cam4, o chaturbate, siempre con muchos hombres pervertidos mirándome, y diciéndome cosas sucias que me excitaban, además que me dejaban fichas virtuales por mi show, me sentía como una prostituta que le arrojaban dinero por lo sucia que se ponía, era muy rico. Mi madre encontró toda mi ropita y cosas, y me regaño muy feo, me sentí muy mal, me quito mi dilo, y tiro todo, pero eso no fue un limitante para dejarlo, muchas veces me depilaba, y compraba pantis y robaba falditas de mi mal para ponerme, y seguir pervirtiéndome más.
    
    Mi idea no era convertirme en una mujer, sino pervertir y pervertirme luciendo como una nena inocente aprovechando mi cuerpo que siempre fue muy femenino, me gustaba que me traten por mi nombre de chico que odiaba, o por mi apodo de colegio que era teletubbie blanco, por el color de mi piel y mi carita de niño bobo. Cada vez en secreto me convertía en lo que soy en realidad un pervertido sumiso que le gusta tentar con su cuerpo de nena, y su carita tierna, para mis 21 años tenía un pene grande de 20 ...
    ... cm, que cuando era pequeño era una de las razones para sentirme como nenita, pero a esta altura de perversión ya no me importaba, a lo contrario me gustaba exhibirlo por webcam mientras estaba vestida de princesa, a los hombres les encantaba como pajeaba mi pene mientras ponía caritas de nena inocente. Cada vez temía que me descubrieran amigos, o me reconocieran, pero ese deseo de ser descubierta también fue una excitación. Cambie mi país ficticio por el mío real, me hice amigo de amantes de travestis, que me proponían cosas muy sucias, siempre estuve a un paso de salir y tener sexo con alguno de esos desconocidos, ser la nena sumisa, la adicta al semen, pero siempre tuve miedo de que me hagan daño o se corra la voz de mi identidad real.
    
    Tenía planeado hormonarme, para no perder este cuerpito, y para tener más tetas y una forma más deseable, pero no estaba seguro de hacerlo todavía. Ya no me interesan las mujeres, no quiero desear un cuerpo femenino sino ser deseada por mi cuerpo, ser la chica que nunca conocí, aquella que complazca hombres, y excite sus penes. Muchas veces soñaba con que se corran sobre mi pene, que el semen de otro hombre se deslice por mis bolitas y que usen mi semen como lubricante. La mayoría de hombres que me deseaban eran de piel canela o morena, me decían que mi piel les excita, que mi carita de nena con ganas les ponía a mil sus pollas. Me criaron algo racista en mi familia, les nombraban a aquellos hombres como indios, o longos, pero exactamente ...