1. Mi madre y mi tía Lucía


    Fecha: 07/06/2019, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Ferchu89, Fuente: CuentoRelatos

    ... aunque sea mi hijo, no me importaría hacerle una demostración de lo golfa que puede ser su madre. Me pone cachonda pensar que me ha visto prácticamente en pelotas y que nos dijera que estábamos para comernos.
    
    Las dos se rieron y después Lucía se vistió y se fue. Luego mi madre, que seguía desnuda, bueno, sólo con las medias y los zapatos, al entrar en la sala, reparó en el semen que había en el suelo, consecuencia de mi anterior corrida.
    
    —Esto es leche de macho, ¿pero aquí…?? —empezó a decir para sí un tanto sorprendida. Yo desde mi habitación estaba viendo su estupendo culazo ya que estaba inclinada sobre la corrida, así que, animado además por sus comentarios anteriores, ya no pude aguantar más. Hice algo de ruido para no asustarla e inmediatamente salí presentándome ante ella con mi cipote en ristre y completamente empinado.
    
    —Pero hijo, ¿Qué haces tú aquí? —dijo nerviosa y sin saber qué hacer.
    
    Ella al verme se había puesto roja como un tomate e incluso hizo amago de taparse el chocho y las tetas con las manos, pero enseguida comprendió que yo me había quedado en casa y no tuvo dificultad en deducir la procedencia del semen caído en el suelo. Le dije que no se preocupara, que yo sería muy discreto y no tendrían problemas por mi causa. Además, le dije que me parecía estupendo todo lo que había visto y que gozaran de sus cuerpos todo lo que pudieran. Ella entonces, ya más tranquila y relajada, indicó el semen derramado en el suelo y me dijo con ...
    ... picardía:
    
    —Así que te puso cachondo ver a tu madre portándose como una golfa y te cascaste una paja ¿Eh? Pues muy mal hecho, cariño, porque si mamá te la pone dura, debe ser mamá la que te saque la lechecita. Ya que tienes una madre un poco zorrona será mejor que cuentes con ella para que te dé gustito ¿No, cariño? De paso yo disfrutaré de un jovencito y si es con mi propio hijo con más placer aún.
    
    Sus palabras y el hecho de tenerla cerca de mí en pelotas, sin preocuparse ya de tapar su chochazo ni sus gordas tetas, que, aunque un poco caídas por la edad, seguían estando súper apetitosas, había hecho que mi mango estuviera durísimo. Entonces me acerqué a ella, le empecé a acariciar el culo e indicando mi erecto cipote le dije:
    
    —Pues mira cómo la tengo ahora, mamá. Y la verdad, estoy deseando hacer contigo todo lo que te he visto hacer antes con esos dos, macizota.
    
    Pasamos a la sala y seguí sobándole las tetas y el culo. Daba gusto magrear su cuerpo relleno, sobre todo su estupendo culazo. Luego ella me terminó de desnudar, me sentó en el sofá y empezó a hacerme la mamada más excitante de mi vida.
    
    —Fernando, hijo, vaya polla más dura que tienes aquí. Verás como ahora mamá te da mucho gustito en ella.
    
    Yo alucinaba de excitación viendo a mi propia madre chupándomela con aquellas ganas y aquel vicio mientras yo le magreaba las tetas. Pero no duró gran cosa porque enseguida me corrí en su boca, tragándose ella parte de mi leche mientras el resto le resbalaba por la barbilla ...
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