El relato hecho carne
Fecha: 08/06/2019,
Categorías:
Intercambios
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... ofreció para ayudarla. Esperando al camarero observé claramente como el se pegaba a ella todo lo que podía, miró descaradamente el escote de Ana y ella protestó con un gesto más lleno de intenciones que de protesta. Mi excitación aumentaba y me puse a mirar sin reparos a Julia, ésta se incomodó un poco y desistí. Entre todos decidimos ir a nuestra casa para continuar la fiesta, y salimos del local. En cinco minutos estábamos en un taxi, atravesando la ciudad. El asiento trasero fue ocupado por Alberto detrás del conductor, Julia en medio y Ana detrás de mí. Los novios se besaban no exentos de pasión y Ana se puso a acariciar las piernas de Julia. Yo les miraba e intenté tocar la pierna de Ana metiendo la mano entre los asientos, el chofer me vio, miró por el retrovisor y vio a Ana tocando a Julia mientras Alberto la besaba. Un semáforo en rojo quitó la diversión al conductor, que procuró no perder ojo en todo el camino. Cuando llegamos al ascensor, Julia se comía a su novio, estaba a doscientos, lo manoseaba, se frotaba contra él, y Ana los miraba acariciando descaradamente el culo de la chica. Cuando entramos fuimos al salón y antes de darnos tiempo a nada, Julia se arrodilló, sacó la polla de Alberto y comenzó a chuparsela. El nos miraba mientras se terminaba de desnudar y nosotros también nos quitamos la ropa. Ana y yo nos sentamos en el sofá acariciando cada uno el sexo del otro y mirando a la otra pareja. También estaban desnudos, habían cambiado de posición, Alberto ...
... sentado en uno de los sillones, Julia sentada encima de cara a nosotros, con el nabo de Alberto enterrado en su coño y masturbándose mientras nos miraba. Ana se levantó a besar a Julia y a tocarle las tetas, así que las manos de la chica abandonaron el clítoris y se perdieron entre los senos de Ana. Mi chica les propuso que lo hiciesen analmente, para que ella se encargase del coño de Julia, pero nos confesaron que, primero no lo habían practicado nunca, y segundo, la primera experiencia lésbica de Julia acababa de ocurrir delante nuestra. El rostro de Ana se iluminó, noté como se excitaba, y se ofreció a enseñarles todo lo que quisieran. Julia se colocó a cuatro patas y mientras que Alberto procuraba no perder nada de erección prestaba toda la atención posible a los masajes que le aplicaban a su novia en el ano. Ligeras al principio y más fuertes después, Ana aplicaba presiones con el dedo pulgar empapado en saliva en el ano virgen, dilatándose poco a poco. Cuando estimó que era el momento, cogió la polla de Alberto, se la metió en la boca lo justo para empaparla de saliva, colocó la cabeza en la entrada del ano y ella misma fue apretando hasta que Alberto vio como entraba y siguió el solito. Julia gemía, al principio por el dolor que le producía la polla de su novio y más tarde de placer, un placer nuevo para ella que más tarde le daría nuevas perspectivas del sexo en grupo. Cuando tuvo la polla de su novio bien dentro, agradeció a Ana la enseñanza diciéndola: "Dios, como la ...