El relato hecho carne
Fecha: 08/06/2019,
Categorías:
Intercambios
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... siento, parece que me va a reventar. Dame cariño, dame más y follame el culo". Ana se colocó hábilmente debajo de Julia y comenzó a comerle el coño, lo que provocó el primer orgasmo de la chica mientras le decía: "Si, meteme bien los dedos, no me dejes ahora, sigue, sigue Ana". La escena era demasiado para Alberto, que sacó su polla de golpe y se corrió como un bestia sobre la espalda de su novia. Ana, complacida, salió de debajo de Julia, la besó en la boca y volvió a mi lado. La pareja se sentó en el sofá que había enfrente de nosotros abrazados y besándose, mientras nosotros les imitamos. Los cuatro, cara a cara, aprovechamos para observarnos con más detenimiento.
Julia tiene un cuerpo realmente bonito, muy proporcionado, sin exageradas curvas pero muy apetecible, sobre todo sus pechos, redondos, firmes y rematados por unos pezones preciosos, rodeados por unas aureolas de color rosa muy claro, casi blancas, me encantan esas tetas. Alberto por su lado tiene los músculos muy definidos pero no exagerados, el pecho totalmente depilado y un culo respingón, muy bonito y de los que dan ganas de morder, a juicio de Ana. También su pene estaba muy bien, de longitud similar a la del mío pero más grueso, con el borde inferior de la cabeza muy marcado, siendo esta parte de la polla la que más le gusta chupar a Ana, así que viendo esa tranca imaginé cuanto iba a disfrutar mi chica.
Ellos nos observaban también, descubriendo ahora lo que las ropas ocultaban. Ana les preguntó ...
... si habían tenido otras relaciones de intercambio o tríos y ellos dijeron que no, que fantaseaban con ello pero que no lo habían realizado nunca. A mi chica le gustó oír eso, se fue hacia Julia, se sentó a su lado, comenzó a besarla en la boca, y Alberto y yo tuvimos un espectáculo lésbico en vivo.
Ana, que es una experta en dar placer a una chica, comenzó a besarla por el cuello, bajando muy despacio hasta sus pechos, a los que dedicó una buena sesión de mordisquitos y masajes que hicieron gemir a Julia. Turbada aún por la experiencia anterior, sus manos recorrían torpes la espalda de Ana y de vez en cuando visitaban las tetas de su nueva amante. Ana estaba disfrutando de lo lindo y cuando acabó con las tetas de Julia bajó directamente a su sexo, abriéndola las piernas con suavidad y dejando el coño totalmente a la vista. Julia tiene el sexo muy bien arregladito, depilado casi en su totalidad, lo cual hizo que Ana se lanzase como una posesa a comérselo.
Cuando Julia sintió la lengua de Ana en su clítoris se abandonó al deseo y se dejó hacer. Ana chupaba y lamía con pasión ese coñito pelado, introdujo un dedo en la vagina y cuando nuestra amiga consiguió su primer orgasmo, se tumbaron en la alfombra y nos deleitaron con un fantástico sesentaynueve. Ana disfrutaba con la boca de Julia, inexperta pero con unas ganas de aprender que la hacían comportarse de una forma que sorprendió a su novio. Alberto, que estaba a doscientos y llevaba ya un rato manoseándose la polla, se ...