Mi tía Angelina
Fecha: 08/06/2019,
Categorías:
Masturbación
Autor: el tuzo, Fuente: CuentoRelatos
... haciendo de las mías con ese perfecto cuerpo. Le acaricié su bello y pequeño trasero, su cuello, su espalda, recorrí cada centímetro de su piel propinándole una segunda ducha por completo, obviamente la mejor parte fue cuando comencé a lamer su vagina que más que húmeda era una llave abierta de jugos íntimos de sabor dulce, eran una delicia, le estaba comiendo su sexo como desesperado, sin dejar de sujetar con ambas manos sus pechos, ella se retorcía disfrutando de lo que yo le hacía, pero era justo que yo también recibiera placer. Interrumpí medio minuto para cargarla y llevarla hasta su habitación, para seguir haciendo lo mismo, solo que esta vez le pedí que se montara en mi rostro para tener más profundidad con mi lengua, ella gritaba desesperada por tanto placer, su piel estaba chinita por el frío que se sentía por parte del ambiente y al mismo tiempo, por el calor que emanaba de nuestros cuerpos. No sé como, pero sin bajarse de mi rostro, logro quitarme los pantalones, zapatos, calcetines y bóxer que llevaba puestos y cuando más caliente estaba, ¡sorpresa! se metió de un solo bocado mi verga entre sus labios, era el mejor 69 que había tenido y lo hicimos durar casi media hora hasta que ...
... mi lengua ya no pudo más. Sin bajarse, ella se recorrió hacia enfrente quedando montada sobre mi verga, incrustada por ella y dándome la espalda, en esa posición comenzamos el mete y saca, nos sincronizamos de tal manera que cada movimiento nos robaba gemidos a ambos, además la vista era muy buena y ella daba pequeños giros que lograban en mí el mayor de los placeres. Era tal y como la había imaginado, era mi puta, estaba dándome lo que necesitaba, además debo presumirles que tiene un control en los músculos internos que ¡waw! De repente, cuando quería salirme de más, ella me jalaba con su vagina como si se tratara de una mano apretando con los dedos, me succionaba la verga con su vagina y me cabalgaba de una forma fenomenal, gracias a eso no pude aguantarle mucho tiempo y terminé viniéndome a chorros en su interior.
Había conseguido lo que quería al hacerle esa visita, desafortunadamente el tiempo ya lo tenía encima y no pudimos hacerlo otra vez, aunque ganas no nos faltaron, pero tenía un compromiso bastante importante, se apresuró, se vistió y todavía le dio tiempo para llevarme a casa de mis padres, pero como seguiría estando más días ahí, ¿qué creen? La visité día a día toda la semana.