Mi mujer y yo casi a la fuerza - Relatos Eróticos

Mi mujer y yo casi a la fuerza

... admiradores además de empezar a notarse 2 bultos en sus bañadores, por mi parte esta situación me provocó una mezcla de celos y excitación que no había sentido antes, teniendo que disimular mi erección dentro del agua provocada gracias a la privilegiada vista del conejo de Belinda que tenía desde el borde de la piscina.

Se nos hacía tarde ya que teníamos que hacer compra para comer en el apartamento, así que hice señas a mi mujer para recoger e irnos a comprar, a la vuelta llevábamos el maletero del coche cargado así que hicimos un viaje al apartamento con las manos cargadas y Belinda se quedo colocando las cosas en la nevera, mientras yo bajé al coche para coger las bolsas que faltaban, cuando llegué a la puerta, la abrí e introduje las bolsas, me dispuse a cerrar la puerta, cuando de repente note un brazo que me agarraba del cuello, intenté reaccionar, pero el tipo a su vez me puso un cuchillo con la otra mano, en ese momento me quede paralizado por miedo a que los usara, el ti po me espetó:

.- eh tranquilo colega, si te mueves te corto el cuello, así que tú verás si colaboras o esto acabará mal.

No podía ver su cara, me dio la vuelta y vi a otro tipo que tenía agarrada a Belinda y le tapaba la boca para que no gritara, yo les dije que por favor no nos hicieran daño, que les daríamos el dinero que teníamos y lo que quisieran, que no opondríamos resistencia.

.- pero quién te ha dicho que lo que queremos es dinero, si fuera así ya os habríamos desvalijado, vamos ...

... tío no se puede tener un bombón así y no querer compartirlo...

En ese momento de repente me di cuenta que los 2 tipos eran los 2 de la piscina y según acababa de oír empecé a entender que lo que querían era divertirse con Belinda, pero todavía no sabía cuánto iba a dar de sí el día. Mi mujer estaba paralizada con cara de terror, y entonces su captor dijo:

.- vamos a ver, esto es muy sencillo, si queréis complicar las cosas podéis pasarlo muy mal, ahora bien, tenéis la opción de colaborar y os aseguro que no os haremos daño, pero en el momento en que no obedezcáis os haremos mucho daño y por las buenas o por las malas nos vamos a salir con la nuestra, así que os recomiendo que hagáis todo lo que diga sin dudar...

El otro me quitó el cuchillo del cuello y me dijo que pusiera las manos atrás, así lo hice, me ató con unas cintas de velcro y me hizo arrodillar en el suelo, mientras el moreno del tatuaje que parecía ser el que mandaba, quitó la mano de la boca de Belinda advirtiéndola de que no chillara si no quería arrepentirse, ella dijo ¿qué es lo que queréis?...

.-...pues obviamente a ti, así que harás todo lo que te mande a partir de ahora, debes tener siempre en mente que cualquier negativa por tu parte la sufrirá tu marido en sus carnes...

En aquel momento me sentía impotente viendo que no podía hacer nada por evitar aquello, lo único que quería es que acabara todo lo antes posible, así que le dije a Belinda intentando templar la voz:

.- Cariño, ya lo has ...