1. El jefe, la secretaria y yo


    Fecha: 26/06/2019, Categorías: Confesiones Autor: dulces.placeres, Fuente: CuentoRelatos

    ... mojada por todo el juego de excitación que tuvo conmigo, comenzó a besarme el cuello de una forma riquísima y cuando sintió que mi respiración se estaba agitando solo paro... ahhh! en ese momento la odie, yo quería que continuara pero ella fue hacia el caminando muy sensual, con esos tacones altos, finos como agujas, moviendo las caderas de lado a lado, se deshizo de ese vestido negro y sólo quedó en juego de sostén y tanga negra, las medias, el cabello recogido...
    
    Ahora se sentó frente a él y comenzó a besarlo nuevamente, él la tomaba por la cintura, por el culo, se lo acariciaba de una manera muy rica y eso a mí me excitaba mucho, sólo verlos...
    
    Después ella le quitó la camisa del traje y el pantalón dejándolo sólo en slip, ya era muy evidente su erección, lo bajo y salto su verga, estaba muy erecto, estaba bien paradita su pija...
    
    Por Dios, yo tenía tanto antojo... ella sólo se arrodilló frente a él y comenzó a chupársela, le dio una rica mamada, y de vez en cuando volteaba a verme, se veía tan puta desde mi lugar, como se la chupaba, cómo se la metía hasta el fondo de la garganta, como pasaba su lengua por el glande rosado, dejando que yo viera, cómo se veía su culo bien formado, con esa tanga que se había perdido entre sus nalgas... Mi respiración se comenzó agitar cada vez más, ellos podían notarlo...
    
    El la acostó en ese sillón, le desnudó las tetas y empezó chupárselas bien rico, eso era antojable, yo sólo deseaba tocar las mías, acariciarme los pezones ...
    ... que estaban durísimos y mi conchita que estaba tan mojada, ellos habían hecho que me mojará tanto sólo viéndolos, deseando hacer eso ellos estaban haciendo... Comenzó a besar su abdomen y a bajar cada vez más hasta llegar esa tanga que adiviné bien mojada, esa tanga negra, la hizo a un lado y comenzó a rozar su conchita con la lengua, acariciándola suavemente.
    
    Desde donde estaba solo podía ver el placer en su rostro, la estaba volviendo loca y a mí también, ambos me volvían loca, sólo quería poder tocarme como ellos lo estaban haciendo...
    
    Se la estuvo chupando un buen rato, ella se perdió en placer, su cabeza entre sus piernas en una imagen muy erótica y porno a la vez, ver cómo se retorcía de locura y de vez en cuando solo volteaba a mirarme, asegurándose de que yo estuviera viendo, todo eso parecía planeado en cierta manera, la rubia parecía excitarse con mis ojos de deseo...
    
    Entonces ella explotó en un orgasmo tan fuerte que sus gemidos atronaron el lugar, me calentaron cada vez más, y ella solo pronunció:
    
    —Vamos, tu puta quiere verga, metémela toda...
    
    Esas palabras sonaron tan sexis y tan calientes que lograron que me mojará más, ya no podía aguantar, mi conchita estaba mojadísima, traspasando por completo mi tanga, chorreando mi entrepierna, entonces el comenzó a penetrarla primero lento y luego cada vez más rápido, sólo sentía sus gemidos, mi respiración y mi corazón que parecía latir descontrolado, ella le decía que le diera más y gemía de una manera tan ...
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