El jefe, la secretaria y yo
Fecha: 26/06/2019,
Categorías:
Confesiones
Autor: dulces.placeres, Fuente: CuentoRelatos
... rica que parecía que sólo querían antojarme...
Ella se veía muy puta, solo dando órdenes, le dijo:
—Ahora se me antoja que me la des por el culo…
Solo se acomodó en cuatro para que se la metiera toda, él le hizo caso y solo lo hizo, a pesar de tener una verga bastante gruesa, le entró con suma facilidad, ella empezó de verdad a gemir como una puta, tan caliente que me hizo acabar en un orgasmo a mí, ahí sentada y atada, sin siquiera haberme tocado...
Evidentemente ella sintió que él se vendría, lo hizo detener, el obedeció sin decir palabra, y ella como siempre lo miró y le dijo:
—No hay que ser tan malos, hay que darle un poco de placer, pobrecita, mira como la tenemos, como una putita caliente, sólo gimiendo… Quién crees que se le antoje más vos o yo? Que dices? Preferirá los chicos o las chicas?
La odie en ese momento, ella era la del control, y hasta con sus palabras lograba encenderme…
Entonces regreso hacia mí, el solo se quedó sentado, masturbándose para no perder erección, cuando llegó me desató las manos y me llevó con ella el sillón donde habían estado, me recostó y me abrió las piernas, me dijo que quería que me corriera en su boca y le pidió a él que se siguiera masturbando viendo esa escena, que acabará en mi cara, que me llenara de leche las tetas y eso me excitó cada vez más...
Se perdió entre mis piernas y comenzó a pasar su lengua por mi conchita que estaba bien mojada, yo sólo veía como ella se perdía y a él cómo se masturbaba ...
... viéndonos, era una escena tan caliente que en un momento yo ya no aguanté y terminé en un enorme orgasmo en su boca, sentí que me mojé tanto y ella bebía hasta el última gota de eso...
El vino sobre mi como ella lo había pedido, era todo muy loco, acaso no eran jefe y secretaria? porque al menos en este juego ella era la única que daba órdenes y tenía todo bajo control…
Puso su verga cerca de mi rostro y mierda… empezó a llenarme de leche caliente, saltó incontenible, chorro tras chorro, el semen me embardunó, rostro, cabellos, cuello, tetas, que delicia!...
Ella, con una sonrisa tan macabra como triunfante, recorrió mi abdomen con su lengua recogiendo toda la lechita calentita que el acababa de regar sobre mí, recorrió mis tetas, mi pecho y mi cuello hasta llegar a mi boca para darme un beso muy rico, nuestras lenguas jugaban con su semen, en esos besos de putas, con las bocas entreabiertas, solo para que el viera el cruce pornográfico de nuestras lenguas embebidas en precioso néctar masculino…
Todo había terminado, el -por cierto, desconocía el nombre de ambos- empezó a aplaudir con cadencia, con pausa entre golpe y golpe, mirándome fijamente, era la primera vez que parecía hacer algo por propia voluntad, porque hasta ese momento ella había hecho y deshecho a su antojo, me dijo directamente:
—Te felicito, muy bien! ves que fácil es? mira, allá y allá —señalando a un par de puntos de la oficina— saluda a las cámaras, claro, vos no sabías que estábamos filmando, pero ...