Mariana en Busca de empleo
Fecha: 29/06/2019,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: jennyyrios, Fuente: CuentoRelatos
Esto de buscar empleo tiene cierto grado de dificultad, he visto muchos empleos donde el requerimiento es ser mujer, al parecer el gusto por las ventas están más enfocadas en el sexo femenino.
He asistido a múltiples entrevistas de trabajo donde el resultado es que siempre se lo lleva la mujer bien vestida, arreglada, maquillada, notándose la imagen femenina en todo su esplendor. Más de una vez me he quedado con la boca abierta al ver mujeres tan bellas llegar a la entrevista para la que estoy aplicando en ese momento, yo mismo me he dicho… “si tuviera la oportunidad la contrataría”.
En varias ocasiones en casa al estar buscando opciones, he decidido vestirme como ellas, ya sabes… la tanga, el bra, medias, falda, blusa y zapatillas. No es nuevo, la verdad ya tengo mi ropita que he ido conservando en el tiempo, solo algunas cositas. Siempre he sido de closet y es mi fascinación en mis tiempos libres vestir ropa de mujer, incluso he llegado a salir a la calle con tanga y medias debajo de mis pantalones. Nada extraordinario, algunas salidas al súper, o a caminar, recuerdo que alguna vez también lo hice para salir a correr.
Hace un par de semanas estaba tan angustiado que al arreglarme por la mañana, me di cuenta que estaba arreglándome cómo para salir a la calle, y decidí que por la noche saldría a caminar, ya acercándose la noche, inicie el ritual. Me di un regaderazo, me puse un bra, mi tanga, medias, un pantalón ajustado negro, una blusa pegada a mi cuerpo (que ...
... hacía que mi brasiere se marcara en la blusa blanca), manga larga, mi peluca de cabello a los hombros, me maquille para sentirme bonita, zapatillas de tacón 13 cm, negras. Los accesorios indispensables, aretes, unas pulseras y anillos, y un collar.. ¡En un par de horas estaba lista! Así que Salí a dar una vuelta.
Llegué a un antro que se veía había mucha gente tratando de entrar, así que dándome valor me baje del auto y me acerque, empecé a sentir un tanto de miedo, de inseguridad, sentía que al caminar me temblaban las piernas, pero la sensación de sentir mi ropa interior pegada a mi cuerpo y saberme bonita me hizo seguir adelante. Ya al llegar se acercó un “caballero” y me hizo la plática, (casi muero cuando me hablo), no sabía cómo contestar, creía que se daría cuenta al hablar, con mi tono un tanto entrecortado.. Solo dije “hola!”. Me dijo su nombre y me invito a pasar con él al antro, me llevo a tomar un trago, (de momento no sabía que pedir…) ¿Qué se debe pedir en estos casos?, ¿Cerveza?, ¿Tequila?, ¿un coctel? ¡¡¡¡Ayyyyyy nooooo!!!! Me decía por dentro.
Decidí por un coctel, debo decir que me sentía un tanto extraña. Pues la primera vez que salía, que tenía un hombre a mi lado invitándome un trago, y yo no sabía actuar como debía.
Recuerdo que solo me acerque a su oído y logre decirle que me pidiera un bayleys, él pidió una cerveza, esto sirvió para que después de darnos los tragos, se acercara a mi oído y me dijera nuevamente que le parecía muy bonita, que le ...