1. La dependienta me quiso chantajear (VIII)


    Fecha: 30/06/2019, Categorías: Gays Autor: sireleo, Fuente: CuentoRelatos

    ... una corrida.
    
    Mientras tanto Ángela seguía con la boca abierta, aunque con la cara llena de lágrimas, y tragaba lo que podía.
    
    Yo me volví a sentar, aunque con una tremenda excitación, y a contemplar el panorama. La PUTA de Maite, aún seguía echada sobre la mesa convulsionando, sin poder moverse del dolor que tenia entre las piernas, y aunque ya no chorreaba tanto, aún le salía un poco de sangre del coño, Belén estaba sentada sobre su culo, satisfecha, sonriente, y aun saboreando su ultima corrida, el maricón de pie, con la respiración
    
    alterada de la gran corrida que acababa de tener, y por último Ángela, con la cara y el pelo lleno de semen, se había dejado caer al suelo, y aun sollozaba, pero seguía con una mano metida extrañamente en el coño, y lo más gracioso es que con el hambre que tenia aún no había probado bocado, así que...
    
    -A ver PERRAS, ahora vais a ir con Belén a lavaros y a adecentaros, mientras yo ceno tranquilo, ella sabe como tenéis que vestiros y no quiero una puta queja, ella esta autorizada a castigaros como le plazca.
    
    Tanto Maite como Ángela se incorporaron de donde estaban, Maite con gusto, y hasta con placer, diría yo, mientras Ángela, lo hizo con la cara baja, y sin dejar de derramar lagrimas, pero sin decir ni pio también siguió a Belén.
    
    Yo me senté tranquilamente a saborear el vino, y la pizza, que por suerte aún estaba algo caliente.
    
    El maricón hizo lo que tiene siempre encomendado, se puso a ordenar un poco, la mesa, y el ...
    ... comedor, que con tanto teje maneje estaba un poco revuelto.
    
    Termine de comer y nuevamente me fui para la salita, dejando solo al maricón recogiendo.
    
    -Cuando acabes de recoger monta los dos arneses que has traído con los dildos más grandes maricón.
    
    -Maricón.-Si mi Amo, así lo haré.
    
    Me senté en uno de los sillones, saboreando una copa de ese excelente vino que me había regalado Belén, mientras esperaba a que bajaran las tres de lavarse y arreglarse, y pensando que hacer, pues sin querer habían pasado casi tres horas, y seguramente las dos cuñadas tendrían que irse muy pronto.
    
    Aunque tenia claro que lo que iba hacer era follarme a la PURITANA, pero aún la quería más humillada, más rota, y tenia que conseguir que fuera ella la que me lo pidiera, y si mi intuición no fallaba no iba a tardar en suceder, pues sus lagrimas eran más por la vergüenza de sentirse excitada con todo lo que allí estaba pasando, por eso no se quitaba la mano del coño, aunque no le gustara, su cuerpo respondía con agrado a la humillación y eso era lo que la sacaba de quicio, y esas eran sus lagrimas.
    
    Estaba en esos pensamientos cuando sentí bajar los escalones, así que alce mi mirada y casi me corro viendo a las tres, bueno mejor a las dos.
    
    Maite bajaba totalmente desnuda, cosa lógica por otra parte, pues no le podía estar bien nada de Belén, pero Ángela, uffff, Ángela bajaba con unas medias de rejilla, rojas con liguero, y un conjunto de braga y sujetador también rojo, el pelo mojado y ...
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