Las calientes vivencias de las nietas de doña Juanita 4
Fecha: 04/07/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: adalberto1979, Fuente: SexoSinTabues
Capítulo 4 Karen caminaba contoneando su enorme culo, era una niña muy nalgona, ella lo percibía al caminar y sentir el compás que marcaban sus carnes, era eso y las miradas que los hombres de todas las edades ponían en sus nalgas, ella podía adivinar los pensamientos de ellos, como mojaban sus labios con la lengua saboreando todo lo que le haría a esa niña si tan solo tuvieran una pequeña oportunidad; eran tontos, pues difícilmente Karen les diría que no, a ella le gustaba ser mirada y sobre todo imaginar entregándoles su cuerpo y gozando viendo los rostros lujuriosos cuando la poseyeran por todos sus orificios. Habían pasado 2 meses desde que comenzó a tener relaciones con el viejo Don Jorge, se la había cogido casi a diario desde que pudo volver a usar sus huecos, su rajita sangro casi por una semana, durante la cual le hiso duchas vaginales para limpiar los coágulos que se formaban, su hueco posterior no tuvo tanta suerte, el pervertido viejo se sació de él casi a diario, la dejaba toda llena de saliva en su cuerpo de tantas lamidas que le daba, ella tenía que lavarse con agua porque el aroma del viejo se impregnaba en su piel y no quería que su abuela o la esposa de éste se enteraran, por ningún motivo dejaría de coger con él, le había agarrado el gustillo a ser enculada y después limpiar la verga aunque supiera a mierda. Karen caminaba feliz en dirección a su escuela, sentía la brisa fresca de la mañana acariciando su rostro, podía sentir como de repente su falda se ...
... elevaba con los aires cuando eran más intensos, sus nalgas era presumidas con orgullo, se había estirado la pantaleta para que se le metiera entre las nalgas y cuando su falda se elevara diera el aspecto de que era una tanga de hilo dental. Llegó a la cuadra principal de su escuela y vio como todos los niños entraban, miró hacia la tienda y vio al viejo calvo y gordo que atento la miraba, veía su cara de enojo pervertido, ella podía estar segura que si el tipo tuviera oportunidad la violaría y asesinaría, veía maldad en sus ojos y como su grasienta frente emanaba gotas de sudor, sus brazos peludos y semicanosos se apoyaban en el mostrador, mientras sus manos estaba empuñadas marcando lo gordas que eran. Karen se acercó hasta la puerta de entrada, la cual era ancha y de vidrio, se agacho para “atar” sus zapatos de nuevo, cuando lo hiso el aire hiso de las suyas y levanto la falda dándole al pervertido gordo un espectáculo de culo infantil, un culo nalgón, pero infantil; Karen podía sentir como la mirada del tipo se perdía muy dentro de ella, sus corazón latía fuerte, eso por alguna razón la excitaba sobre manera, desde donde estaba agachada volteo a ver al viejo que se vio sorprendido por la niña, pero no retiro la mirada, siguió gozando del espectáculo, sus miradas se cruzaron y ella le brindó una sonrisa tierna, el gordo no sonrió solo siguió viendo el culo infantil lamiéndose los labios como un lobo que observa al pequeño cordero que se comerá. Karen se enderezó y camino, sin ...