1. Bendita crisis


    Fecha: 06/07/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Hola a todos. Me gustaría contaros una historia ocurrida hace algunos años. Bueno, en realidad tampoco tantos. Hace alrededor de un par años, mi matrimonio sufrió un vuelco inesperado. Os diré que me llamo Marta, tengo 32 años y mi marido se llama Andrés y tiene dos más, 34. No diré que nos llevamos mal ni que discutimos pero hubo una fase durante aquellos meses que pudo haber acabado con nuestra relación.
    
    Mi marido trabajaba de comercial por entonces y yo suplía durante largas temporadas a compañeras
    
    en el hospital donde trabajé bastante tiempo. Él vendía coches y se le daba muy bien y yo de enfermera pues, la verdad, no me podía quejar. Obviaré la marca de vehículos pero ni que decir tiene que, como todas, comenzaron a realizar regulaciones de empleo, atrasos en los pagos y Andrés cada día que llegaba a casa, mencionaba algo sobre despidos referidos a compañeros suyos, de su concesionario o el de localidades vecinas. Hasta que le tocó a él. Yo, por mi parte, seguía trabajando de enfermera en el hospital. Creía que allí no faltaría nunca a quien sustituir pues siempre había compañeras embarazadas o de baja por cualquier motivo, sobretodo depresiones. Éstas me venían bien pues eran largas y garantizaban nuestra estabilidad. Pero, también llegó mi turno. Comenzaron a suplir los turnos entre las fijas y dieron puerta a las eventuales con tal de ahorrar sueldos y acabé con mis huesos en el paro.
    
    Como todo al principio nos sirvió para estar juntos, salir más, ...
    ... divertirnos y debo reconocer que hasta lo pasaba en grande con Andrés. Estaba (y de hecho sigo estando) muy enamorada de él. Es un buen hombre, honrado, muy cuidadoso con las cosas que hacen referencia a mi y buen amante. Disfruto mucho en la cama con él. Fue mi primer hombre, no en lo referente a noviazgo pero sí en lo relativo al sexo. Toda esta nube y una hipoteca moderada, hacían que tuviéramos tiempo para nosotros y lo pasábamos genial.
    
    Aún así, la situación empezó a ponerse muy cuesta arriba. Mi paro, al ser temporal, no duró mucho. Vendimos el coche pues no teníamos para viajar pero los gastos de la casa y su hipoteca se llevaban más de la mitad de su sueldo. Al no tener hijos ni cargas de otros tipos carecíamos de ayuda alguna y con el paso de las semanas nuestra relación (24 horas diarias) se tornaba cada día más difícil e irascible. Y empecé a pensar como acabar con aquella pesadilla..
    
    Una noche, viendo la televisión, daban un programa de esos que visitan barrios y gentes de todo tipo y hacían especial mención al mundo de la prostitución. Andrés empezaba a dejarme en el sofá, se iba a dormir solo, dejó de tener interés por mi. No le culpaba y ambos estábamos bastante mal en casa. Esto hizo que empezase a sopesar la idea de prostituirme. Ofrecer sexo a cambio de dinero. Todo en mi cabeza encajaba. Veamos: Mi marido siempre decía lo buena que estaba y el magnífico culo que tengo; mis piernas bonitas y largas así como un escote generoso, siempre hicieron las delicias de ...
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