Sex on the beach
Fecha: 10/07/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos
... vuelta dándome su culo a mi merced y escupí en mi mano para embadurnarle el culo, metí un dedo, iba costando meter el siguiente, pero lo conseguí sin dolor, y al tercero se quejó y le dije:
— ¡Aguanta, maricón!
— Tira p’adentro, puto cabrón, que desespero.
Y no lo dudé, puse el capullo en la entrada de su orto y empujé despacio pero sin piedad ni descanso hasta que entró toda. Los bufidos del hijoputa que tenía en mis huevos eran estruendosos y comencé a follarlo con un mete y saca descomunal, veloz y despiadado. Chillaba y le puse la mano en la boca, aunque nadie podía escuchar más que mis compañeros de al lado que ya estaban en lo suyo. Lizardo estaba siendo follado por su amigo y como estaba de cara a mí me miraba con la boca abierta y soltando abundante saliva. Tomé a mi flaco por la cintura, lo levanté un poco y me acerqué a Lizardo, me tumbé en el suelo y el bujarrón de mierda que estaba sentado en mi polla comenzó a danzar su culo sobre mí, pero me apetecía besar a Lizardo y calmarlo de sus dolores porque el cabrón que lo follaba estaba dándole la paliza del siglo.
— ¡Qué rica saliva tienes, aún sabe a bloody Mary!
Lizardo sonrió y me besaba más mi boca, intercambiamos nuestra espuma bucal hasta que Lizardo comenzó a suspirar porque su compañero ya estaba en las últimas y depositando su semen en el culo de mi amigo, Lizardo se vino inmediatamente tan fuerte que uno de los chorros por debajo de su cara llego a la mía, eso me encendió e hice fuerza para ...
... acabar en el culo de mi puto. Allí solté toda mi leche, que llevaba ya dos días sin siquiera tocarme. Lizardo recogía de mi cara su esperma y me besó para compartirlo.
Mientras el cabrón que follaba a Lizardo seguía moviéndose como si deseara repetir, el hijoputa que me había follado se levantó y comenzó a comerse de nuevo mi polla, la volvió a poner en activo y consiguió sus jugos dándome un placer incomparable. Acabé en la boca de mi mariposón. Me arrastré por debajo de Lizardo y llegué a su polla para comérmela y darle gusto. Su tenorio, sin haber sacado para nada la polla de su culo, se volvió a venir dentro de Lizardo y este me benefició de sus jugos, porque eyaculó enseguida. Este fue mi «sex on the Beach» incomparablemente más auténtico que todos los de la coctelería. Nos levantamos los cuatro y nos fuimos directamente al mar, lo necesitábamos al menos para limpiar y aliviar nuestros sudores y no menos nuestros humores.
Jugamos en el mar y los amigos de Lizardo se fueron. Se había ido ya mucha gente, eran las horas de comer y sestear. Miré a Lizardo como quien pregunta qué hacemos y me dijo:
— Quiero un «sex on the Beach» tuyo.
Miré el estado de la playa y estábamos bastante alejados del resto. Me coloqué en la esterilla de Lizardo cara al cielo y Lizardo en la mía cara a mi polla, se la puso en la boca, me gustaba verlo así afanado, pero poco a poco me iba dando gusto, luego pasó al placer y finalmente llegó el batido y el orgasmo, ofreciéndole un «Sex on ...