Gracias a Internet
Fecha: 11/07/2019,
Categorías:
Confesiones
Autor: Lolitassr, Fuente: CuentoRelatos
... volví a besarlo, pero esta vez le chupé los labios y le mordí también la boca, él me alzó como había hecho y me hizo chocar contra la pared, haciéndome gemir.
—¿Dónde está tu cuarto? Voy a hacerte mía —su voz en mi oreja hizo que otra oleada de fluidos me mojara la tanga rosa que llevaba.
—Arriba —fue lo único que pude decir, mientras me refregaba en su pene.
Subió las escaleras sin problemas y entró a la primera puerta sin fijarse, que por suerte era mi cuarto. Me tiró en la cama y se apuró para comerme a boca, con lengua y mordidas, mientras desabrochaba mi brasier y se movía contra mi vagina. Empezó a hacer un camino de besos desde mi cuello hasta mi pelvis, donde se entretuvo chupando y lamiendo mi piel, me dejó un beso sobre la tanga y empezó a chupar mis muslos, haciendo que pequeños quejidos de placer salgan de mi boca. Me sacó la tanga y lamió toda mi vagina depilada, sonrió con su boca contra mi piel y soplo esa zona, haciendo que gima de sorpresa. Siguió así por unos minutos y yo ya estaba impacientándome, así que enredé mis piernas en su cuello y empecé a tirar de su pelo, bajé una mano a mi clítoris con desesperación y comencé a estimularme. Escuché cómo se rio y me sacó la mano de ahí, en cambio metió su lengua en mi clítoris y empezó a jugar con él, haciendo que gima un poco más fuerte, encantada con cómo se sentía. De repente metió su lengua en mi vagina, hasta el fondo y no pude soportar las ganas de gritar, así que lo hice, seguí acariciando su ...
... pelo y tirando del mismo, mientras mi pelvis se movía con mente propia.
—Mierda, que rico se siente —gemí y al parecer le gustó, porque metió su boca aún más en mi centro. Sentí cómo metió un dedo en mi cavidad pero, aunque se sentía bien, no quería un dedo, así que lo saqué— No quiero un dedo, Jorge —me quejé sobre su boca y volví a besarlo, mientras saboreaba mis fluidos.
Sin dejar de besarme se puso encima mío y me la metió bien lento, mientas me miraba desde arriba cómo me retorcía y gemía fuerte. Sus movimientos eran lentos al principio, despacio y con calma, su cadera iba y venía contra mi vagina. Agarré su cara y empecé a besarlo mientras sentía como de a poco las paredes de mi vagina se abrían, era una sensación exquisita. Mis piernas abrazaron su cintura y chillé cuando él se estampó fuerte contra mí, pude ver cómo sonreía y suspiré con placer. Se puso recto y empezó a embestirme un poco más rápido mientras yo me estrujaba las tetas y los pezones, mientras gritaba de placer al sentir cómo se me abría la vagina. Sentí cómo mi cuerpo temblaba, mis piernas estaban débiles y mis gemidos se hicieron gritos automáticamente, exploté y me encantó. Jorge no paró de moverse, era obvio que no iba a parar, él estaba lejos del orgasmo todavía. Quería darle placer así que puse una mano en su pecho y lo besé muy lento, haciendo que sus movimientos paren de a poco.
—Déjame darte placer —susurré contra su boca y gemí mientras Jorge seguía con sus movimientos— Deja que mi culo ...