Gracias a Internet
Fecha: 11/07/2019,
Categorías:
Confesiones
Autor: Lolitassr, Fuente: CuentoRelatos
... rebote, por favor, amor —me estampó su verga fuerte una vez más, haciendo que grite, y salió de golpe, uff cómo se sentía eso.
—Mostrame como saltas, enana —se sentó en la cama y me ayudó a acomodarme, me mordí el labio mientras me refregaba contra su verga— Si no querés no lo hagas, Lara, no estás obligada —su boca estaba en mi cuello, dejando tremendo chupón, me estaba marcado como había prometido.
Tiré la cabeza hacia atrás para darle mejor acceso a mi cuello y agarré su pene con una mano, puse su unta en mi entrada y bajé de golpe.
—¡Dios! —grité de sorpresa, no dolió pero había sido muy de golpe, literalmente. Empecé a moverme torpemente, adelante y atrás, mientras Jorge se concentraba en mi cuello, y sus manos estaban en mi cintura ayudándome. Mi zorra interior se apoderó de mí y empecé a moverme más rápido. Se sentía tan bien esa verga dentro de mí, era tan rica la sensación que me ocasionaba.
Puse mis manos en sus hombros y empecé a saltar de a poco, no lo hacía tan rápido por miedo a perder el ritmo así que me quede en la velocidad normal, dando saltitos arriba de su pene. Escuché cómo Jorge gemía en mi cuello y sentí su mano golpear mi culo blanco, que empezaba a arder avisándome que se iba a poner rojo.
—Como me gusta que me nalguees, Jorge —dije en su oreja haciendo que gima aún más, y que me nalguee tres veces más y más fuerte cada vez.
Llegó un momento en que me saqué, estaba súper excitada y mojada que empecé a saltar rápido .Se escuchaba ...
... cómo nuestras pieles chocaban con cada salto, cada vez me elevaba más y bajaba con más fuerza, quería clavarme bien entera su verga, quería sentirla muy bien. Jorge puteaba a cada rato por el placer y me elogiaba, mientras seguía nalgueándome y me chupaba la piel, dejándome marcas rojas. Lo acosté por completo en la cama y puse mis manos en su pecho, mientras saltaba muy fuerte contra su cuerpo, quería perforarme su verga bien en el fondo, estaba loca. Jorge me bajó un poco el cuerpo y empezó a chupar mis tetas y mis pezones, mientras gemía cada vez más, sus manos estaban en mi cintura y su pelvis se movía contra la mía para generar una mejor sensación, y dios que si la estaba generando.
—¿Te gusta mi verga, bebé? —me preguntó mientras me acariciaba el pelo muy suave.
—Me encanta tu verga, papi —lo besé en los labios y volví a ponerme derecha para saltar con más facilidad.
—No puedo creer lo cerradita que está tu vagina, hermosa —Jorge empezó a gemir mucho y supuse que iba a llegar al orgasmo también, igual que yo.
—Bien cerradita para que vos me la abras, Jorge —solté un grifo cuando me nalgueó los dos glúteos.
—Que perrita divina sos, Lara —dio vuelta en la cama y empezó a embestirme bien fuerte, haciéndome dar grititos con cada embestida. Mis piernas empezaron a temblar y mis uñas se clavaron bien fuerte en su espalda, baje mis manos a su culo y lo apreté contra mía con una sonrisa juguetona— Me encantas, perrita —me besó con mucha pasión y siguió con sus ...