1. Deméter


    Fecha: 17/07/2019, Categorías: Incesto Autor: HANK, Fuente: CuentoRelatos

    ... qué lo supe, e intenté cambiar abruptamente de tema.
    
    Dije algo sobre la proyección de la edición del audio en el mundo actual...
    
    Me miró sonriendo y me preguntó;
    
    -¿Por qué estás aquí?
    
    - Bueno un amigo me pasó el dato...
    
    -Nicolás, eso ya lo sé – Repuso – Te pregunto por qué viniste.
    
    Me pareció extraño que lo supiera. ¿Nico le habló de mí?
    
    - Llevas aquí más de media hora y no me tocaste el culo ni me chupaste los pezones, ¿tal vez no te gustan? No sé qué pasa que no te decides. ¿O viniste aquí a ducharte?
    
    Entonces me acerqué bruscamente entreabrí los labios dirigiéndome a sus tetas y de imprevisto me dio una tremenda bofetada que me volvió la cara del revés.
    
    La mejilla me ardía, podía sentir cómo se hinchaba, roja y palpitante.
    
    - ¡Oye qué te pasa! -Grité- ¡¿Estás loca, maldita puta?!
    
    -Ah eso es lo que piensas en realidad eh, ¿soy una maldita puta? ¡Dilo!
    
    Me agarró de las pelotas y me miró achicando los ojos durante un segundo.
    
    Luego bajó y me aplicó el oral más salvaje y brutal que había experimentado en mi corta vida sexual.
    
    Succionaba mi pene y estrujaba mis pelotas hinchadas por desuso como si las estuviera exprimiendo.
    
    Donde mierda me había ido a meter, el Nico me la había jugado. Seguro que debía estar cagándose de la risa pensando lo que me esperaba.
    
    Nunca había tenido una erección como esa, ella daba la impresión de TRAGAR literalmente aquella verga que no parecía la mía, estaba a punto de estallar cuando un dedo ágil ...
    ... como una culebra se introdujo en mi ano aferrándose como una ganzúa, no pude reaccionar, una sacudida eléctrica recorrió mi cuerpo que se movía y descoyuntaba como si tuviera vida propia, ajeno a cualquier control que quisiera tener sobre él.
    
    Perdí también el control de mis pensamientos y de algún modo la consciencia. Me asaltaban visiones. Mi alma se escurría junto a ese dedo, colándose desde el escroto hacia el orto y de ahí hacia el interior, mi cuerpo entero estaba lleno de semen reprimido, incomprendido y desperdiciado, cargado de rechazo y de odio, fluía por las venas, por mi cerebro, oprimía el corazón y sonaba como un silbido en el pecho, era cargado pesadamente por los glóbulos de la sangre densa y luego succionado por una fuerza mayor hacia un cuello de botella donde se comprimía hasta estallar y ser lanzado por litros hacia el universo infinito, la matriz original.
    
    Cuando recuperé el control de mi cuerpo y abrí los ojos, la vi caminar hacia el baño, era una visión borrosa. Intenté ponerme en pie, mis extremidades estaban entumecidas, di un par de pasos, resbalé y caí al suelo. Una materia viscosa cubría el piso de la habitación, una cantidad desmesurada, ridículamente inverosímil. Conseguí levantarme y seguirla al baño, estaba casi aterrado.
    
    Ella salía de la ducha, estaba hermosa, me miraba y sonreía como si nada de aquello hubiera pasado, y por un momento comencé a dudar; si lo pensabas, era ridículo...
    
    Puso un pie en la alfombra y riendo se apoyó en mi ...
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