1. Deméter


    Fecha: 17/07/2019, Categorías: Incesto Autor: HANK, Fuente: CuentoRelatos

    ... separadas...
    
    Grabaron la voz mal que bien en la media hora restante y les puse la grabación completa con mi pista de batería. Faltaba depurar todo y regular el volumen de cada instrumento.
    
    No lo podían creer, se daban abrazos, chocaban las manos... Yo no podía creer que estuvieran celebrando esa grabación penca.
    
    De camino a casa pensé que aquello había sido como una señal, los astros me estaban hablando, tenía que volver a tocar.
    
    Recordé la corta y abrupta conversación con Regina, retomando me di cuenta de que el punto de inflexión de esa conversa había sido cuando le dije que hubiera querido dedicarme a la percusión y ella me dijo que por qué no lo había hecho.
    
    Durante la semana me dediqué a armar de nuevo mi batería, recopilar las piezas faltantes y conseguirme sordinas para atenuar el ruido.
    
    Comencé a tocar en la mañana, ejercicios de calentamiento principalmente y en las tardes al llegar a casa.
    
    Me dediqué a sacar el mayor número de encargos posibles de publicidad para juntarlucas para cubrir los gastos de reparación y renovación de mi equipo.
    
    De pronto me sentía lleno de energía.
    
    Fueron pasando los días y cada vez me sentía más ansioso, quería que pasaran rápido esas dos semanas para ir a ver a Regina.
    
    Y llegó el día.
    
    La llamé en la mañana, no podía esperar más.
    
    - Hola... soy yo, Miguel...
    
    - Migueeeeeeel, Migueeeeeel, a ver dame más pistas....
    
    - El que rompió el chanchito en tu baño...
    
    - Jajajaja, si sabía tonto. ...
    ... Cuéntame.
    
    - ¿Estás libre ahora? ¿Puedo ir a visitarte? Tengo la mañana libre... (mentira)
    
    - Pero hoy es lunes, dijimos 2 semanas, tu viniste un miércoles.
    
    - Yapue! No me hagas sufrir más, hazme un huequito... quiero decir...
    
    - Jajajaja... ya, está bien, vente en una hora y media.
    
    Estaba feliz como un pendejo, me di una buena ducha, me afeité, limpieza profunda de oídos, cepillé mis dientes, me rocié entero de desodorante incluyendo partes bajas, me hizo reacción, el glande me escocía y se me puso rojo como un tomate, volví a lavármelo con agua fría, me corté las uñas y saqué los restitos negros bajo ellas, after shave... todo el kit e baño al completo sobre mí. Evité la camisa blanca y me puse algo más cómodo, planifiqué cada detalle.
    
    Salí con tiempo suficiente y tomé el metro, iba bastante lleno, me apreté como pude al centro del pasillo. Tenía una sensación en la guata como niño al despertar en navidad antes de los regalos, ese mismo cosquilleo. Y entonces un fulminante pedo, sonoro, grotesco, cayó como truenos y centellas en mitad del vagón. Podía sentir el peso de las miradas como una plancha acero de 20 toneladas sobre mí.
    
    Inexplicablemente y a pesar de que el tren estaba repleto, la masa humana comenzó a apretarse dejando un paso libre que aproveché para llegar hasta la puerta, me bajé y caminé las 2 estaciones restantes hasta Pedro de Valdivia. Milagrosamente el baño de antitranspirante parecía haber funcionado, no estaba sudando, eso era bueno.
    
    Sonó el ...
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