Marcela y Carolina
Fecha: 30/08/2017,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: claudiob, Fuente: CuentoRelatos
... calentura que teníamos, mientras que en la de su madre nos tratábamos como perfectos desconocidos, las noches que no dormía en su cama coincidían con aquellas en que yo no iba a verla por lo que decidió ver si encontraba algo en mi departamento y buscando vio el que decía “Debut anal” y al verlo vio como se la clavaba a su hija con lo que confirmó que la garchaba. Y agregó que le gustaría que cogiésemos todos juntos.
Yo no sabía que decir pero mi pija dijo “SÍ” parándose por lo cual, en bolas y chorreando leche de su culo fue a la habitación de Carolina a buscarla.
Cuando llegaron me dijo “Ahora veras de lo que somos capaces juntas” y se acercaron a la cama. Cada una tomó una de mis manos y la ató a un extremo de la cama. Marcela me colocó un pañuelo sobre los ojos para que no pudiese ver al tiempo que me decía “A ver si adivinas quien es quien”.
Casi inmediatamente una comenzó a chupar mi verga mientras la otra besaba mis pies; esta última subió besándome las piernas y empezó a chupar mis huevos, para luego intercambiar bocas, es decir la que me chupaba la verga fue a mis pelotas y viceversa; luego ambas comenzaron, cada una de un lado, a pasar su lengua por mi pija hasta que una se sentó sobre mi cara y la otra se clavó mi verga.
Acabamos los tres juntos y fue muy raro porque nuestros gritos se mezclaron y superpusieron, sin yo saber quién era quien...
Cuando la que estaba sobre mi boca me sacó el pañuelo, y que yo pensaba que era Marcela, vi que era ...
... Carolina. ¡Cómo me confundieron!
A partir de ese día, dormimos los tres en la cama de Marcela y no hubo día en que no me garchase a ambas a la mañana y a la noche.
Estuve en la gloria, hasta que unos siete meses después, durante un desayuno, Carolina dijo, “Dentro de cinco meses se cumplirá un año en que los tres compartimos cama, así que para celebrarlo quiero quedar embarazada, por lo que dejaré de tomar las pastillas” y le preguntó a su madre, porque ella no hacía lo mismo; Marcela le dijo que lo pensaría y a la noche le contestaría. Yo me quedé callado.
Esa noche Marcela, sacándose mi pija de la boca, le dijo a Carolina, que le estaba chupando la concha, mientras yo chupaba su culo preparándolo para recibir mi verga, “Lo pensé y también dejaré de tomar las pastillas”, y mirándome me dijo “Que te parece estaremos las dos embarazadas por tu hermosa poronga”.
Yo también había estado pensando en lo que Carolina había propuesto y si bien no me parecía mal, es más me excitaba coger con una chica como Carolina, que por su edad podía ser mi hija, si no me molestaba cogerla a ella y a su madre, si bien no me molestaba dejar embarazadas, simultáneamente, a dos hembras con las que lo gozaba como nunca había gozado, me molestaba el tener hijos con ellas y tener que decirle, por ejemplo, al hijo que llegase a tener con Carolina “Ves ella es tu abuela pero también es la madre de tu tío “ o decirle al hijo que pudiese tener con Marcela, “Ves ese es el hijo de tu media hermana y vos ...