1. Alameda, Nº12, 2ºD (Las Aventuras de Sil II)


    Fecha: 31/08/2017, Categorías: Fetichismo Autor: VelvetSucker, Fuente: xHamster

    ... cerré las ligas y subí un poco más las gomas de las braguitas, a través de las cuales se podía apreciar mi escaso bello púbico y la endidura de mis labios mayores.- Venga, Silvia, preciosa. Tú puedes.- Me animé en voz alta mirándome a los ojos en el espejo. El reflejo se humedeció los labios y frunció los labios en un beso silencioso.Tomé el pomo de la puerta en mi mano y lo giré muy lentamente, tratando de no hacer ruido. Escuché desde el umbral cómo don Andrés seguía hablando por teléfono con tono alto y profundo mientras me encaminaba hacia el salón, desde la ranura de la puerta (que él había entrecerrado) pude intuir su figura, sentado en un sillón orejero de cara a la puerta. Seguía con su cháchara ininterrumpida mientras yo abría la puerta lentamente, dando un paso la frente, apoyándome en el marco de madera, tratando de simular una pose decidida mientras el levantaba la vista para quedarse completamente asombrado, sin dar crédito.- Si, si, Anselmo. Lo que te dé la putísima gana peor ahora déjame en paz, joder.- Terminó ...
    ... bruscamente la conversación que fuera que tenía con ese 'Anselmo' fantasmal, silenció el teléfono y lo dejó sobre el brazo del sillón...Su expresión me asustó por unos segundos. Cerró los ojos y cuando volvió a abrirlos parecía otra persona, como si hubiese retirado su máscara de comercial a un lado.Sea como fuere mi cuerpo ya estaba actuando por cuenta propia y comencé a notar las primeras gotas de humedad impregnando la parte inferior de mi vulva: aquí se había plantado Silvia, en ropa interior casi transparente, en un ciudad desconocida, en un piso ajeno, ante un extraño del que no sabía qué esperar, y con su carne mandándo a su cabecita de chorlito la señal de que esto era para ella, esto ERA ella, había nacido para sentir este morbo y esperaba en la puerta de su cuarto, como un niña pequeña, ante los regalos de reyes aún cerrados, emocionada pero sin saber si alguno de los regalos será una decepción...- ¿Es usted una decepción, don Andrés?- Se oyó preguntarle con una voz que casi le costó reconocer como suya.(Continuará) 
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