1. Convenciendo a mi suegra (Capítulo 2)


    Fecha: 30/07/2019, Categorías: Incesto Autor: brandonloredo, Fuente: CuentoRelatos

    ... terminaría golpeando a alguno.
    
    Esa noche cenamos, bebimos y bailamos como dos recién casados, ella se dejaba adorar por mí, yo en los cuernos de la luna, pegaba su cuerpo al mío sintiendo la fragancia de su perfume, y su aliento candente, su voz tan sensual, su presencia tan perturbadora, y fue mi noche y fue su noche.
    
    Ella de pronto bajo una mano y me toco deliberadamente el paquete, y lo encontró tremendamente duro;
    
    -Los suponía me dijo susurrante, este amiguito tuyo no se raja, a ver si de verdad aguantas cariño, vamos al hotel, ya me siento muy mareada por el alcohol
    
    -¡Encantado suegrita!, -No me diga suegrita, dime por mi nombre, -Lucia¡
    
    -Claro que si Lucia, vámonos yo también me siento igual, y no quiero manejar así por la ciudad, esta noche no quiero percances.
    
    Y nos fuimos al hotel, yo ansiaba el momento, yo soñaba el momento, y el corazón me latía apresuradamente, y mi amiguito igual de tieso.
    
    Subimos tambaleantes al quinto piso donde estaba nuestra reservación, y en el ascensor ella me abrazo, argumentando que se sentía muy mareada, yo también la abrace y busque su cuello y aspire su fragancia que me excitaba mucho, ella suspiro.
    
    Ya en el cuarto ella se tiró en la cama y se deslizo como una gatita ronroneante y me dijo, -ven.
    
    Yo nervioso pero algo envalentonado por el alcohol, me decidí aventarme al ruedo están noche seria mía, no había alternativa.
    
    -Ella me ofreció sus labios sugerentes y provocativos; -¡bésame Peter! Y yo la bese ...
    ... por primera vez en los labios gruesos y jugosos, y me prendí de ellos bebiendo su aliento alcoholizado y dulce.
    
    -y nos fundimos en un abrazo fervoroso y ansiosos los dos de saciar nuestras carnes, en forma frenética, por fin había caído en mis manos.
    
    -le quite como pude el vestido, y quedo en ropa interior, llevaba puesto una lujuriosa lencería negra, con media y liguero, un brasiere del mismo color, yo me sentía morir de la ansiedad, presa del deseo contenido.
    
    Me quite torpemente mi ropa, arrancando los botones de la camisa, y quede en pelotas y con la verga chorreando de mecos, siempre apuntando al piso, palpitante como si tuviera vida propia.
    
    Ella me indico que me recostara, y así lo hice, acto seguido se acercó lentamente a mí, y puso su boquita en mi verga y al empezó a mamar, nunca pensé que fuera tan buena para eso, pero me estaba demostrando que era toda una experta.
    
    Sus labios subían y bajaban envolviendo mi verga en su boquita tan sensual, yo suspiraba y me aferraba su cabeza empujándola más para que se tragara mi pene.
    
    Sus manos buscaron mis huevos ansiosamente, acariciándolos suavemente, y se comió súbitamente uno de ellos, nunca había sentido esa sensación, eran tan grandes que apenas le cupo en su boca.
    
    La hembra más deseada del baile, la más esplendorosa y sensual, provocativa y puta, estaba punto de ser mía, y solamente mía.
    
    Luego abrió sus piernas y me las ofreció; -vente, vamos a ver qué es lo que sabes hacer.
    
    -Y me metí entre sus ...
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