1. El machito de mami


    Fecha: 03/08/2019, Categorías: Incesto Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos

    ... preguntas. En la peli una morocha en minifalda le mostraba la cola a un taxista, y éste la subió a su auto para manosearla toda. Nos detuvimos a ver a esa perra desabrocharle la bragueta al tipo y mamársela un buen rato. Después senté a Octavio en la cama y se la chupé un poquito más lento que antes, fregándome su pedazo hasta por el pelo, babeando sus bolas sudadas, pajeándolo también en el hueco de mis gomas y oliendo su calzoncillito, gimiendo suave y sin dejarlo desviar su atención en la peli.
    
    ¡vos mirá la tele chancho, mirá a esa trola cómo chupa la pija. Que encima se la traga toda; te pone loquito eso. Querés que mami te lo haga?!
    
    Desde luego que se lo hacía hasta el fondo, sin dejar de abrirle las piernas y de escupirle bien la pija. Cada vez que detonaba mi baba en su pubis gemía como si estuviese por acabar.
    
    El taxista de la peli sacó a la mina del auto y tras apoyarla en la parte trasera le levantó la mini, le arrancó la tanga y comenzó a lamerle la concha, cosa que me motivó a detener el pete que le prodigaba a mi niño. Me senté a su lado y le dije abriendo mis piernas:
    
    ¡arrodillate y chupámela vos también, mordela por encima de la bombachita, dale pendejo mal educado!
    
    Apenas su cara se posó en mi sexo temblé, mientras él me olía con cuidado, me miraba como descubriendo un tesoro y, no lo dejé despegar su cabeza de mi mitad con la opresión de mis manos en cuanto su lengua, gracias a que estaba hiper mojada se deslizó en mi vagina y me regaló el ...
    ... primer orgasmo.
    
    Vinieron otros más mientras me colaba dos dedos rozando mi clítoris con uno de ellos, cuando me mordía los labios sorbiendo los jugos de mi bombacha roja, y cuando sentía entrar su aire en mi celdita mientras se pajeaba disiento todo el tiempo: ¡sacate la bombacha mami!
    
    Enseguida volví a voltearlo en la cama deshecha, esta vez para besuquearlo entero, con los aullidos de la morocha de la tele de fondo, me saqué el calzón y, por momentos lo asfixié con él a la vez que le daba unas nalgadas estrepitosas, le acogotaba la poronga y le daba tetazos en la espalda repitiéndole que si se acababa encima le metía un dedo en el culo. Me imploró que no lo haga, y me enardeció la sangre cuando dijo que se estaba meando. Lo puse de pie de un solo impulso y sin que deje de oler mi prenda lo pajeé con dulzura diciéndole:
    
    ¡¿te gusta la bombachita de mami nenito?, hacéte pichí si querés, meame las manitos, dale que tu mamá te cambia después!
    
    Justo cuando me lo acerqué para lamer sus huevos, un suculento chorro amarillo y caliente sucumbió en mis manos y formó una laguna en el piso, y contemplé el alivio de su vejiga en su rostro. Se la chupé un instante, apagué la tele y le propuse:
    
    ¡vamos a mi cama que es más grandesita. Que hoy me vas a coger toda pendejito cochino, meonsito calentón!
    
    Fuimos a mi dormitorio corriendo el riesgo de hacernos mierda en el camino escaleras abajo, desbocados y desnudos, él agitado y yo en la cumbre de mi calentura. Entramos, abrí la ...
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