1. El machito de mami


    Fecha: 03/08/2019, Categorías: Incesto Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos

    ... cama sin ninguna sutileza, me acosté a su izquierda y, enseguida noté que le gustaba el rigor de mis dientes en el cuello, los hombros, el mentón y las tetillas cuando mientras lo pajeaba devorándome su cuerpo a chupones le mordí una. Pronto regresó a fagocitarse mis pezones hinchados, tanto que me dolían con el mínimo roce, y después de lamerle los pies saboreando uno a uno sus deditos y de frotar mi concha extasiada en sus piernas firmes, decidí que era hora de subirme a su pija como una roca y cabalgarlo, de que mi vagina se coma sus 19 cm de pija hasta sacarle el último vestigio de semen, y de que no le queden ganas de tocarse durante días.
    
    Así lo hice, furiosa y guarra, todo lo que pude. Subía y bajaba, meneaba mi vientre para que se acomode lo más adentro posible, para sentirla en el tope de mis rincones, para que goce con el incendio de mis jugos y mis paredes apretando su músculo, mientras me zarandeaba las tetas en ocasiones metiéndose mis pezones en la boca, me chirloteaba la cola y se cebaba cuando lo instaba con mi voz y mis jadeos:
    
    ¡así guachito, cogeme toda, pegame perrito alzado, dale toda la pija a tu madre, cogé así chiquitito!, le decía, y él me apartaba su cuerpo para tener el dominio de las penetradas más deliciosas que alguien me dio en esa posición. Enseguida me recosté a su lado y mientras le hacía chupar mis gomas colocaba su pene entre mis piernas, ambos frente a frente como en cucharita, y así me cogió un buen rato. Pero me desesperó apenas ...
    ... dijo: ¡meteme un dedo en el culo maaa, dale y te lleno la concha de leche!
    
    Me separé de él, le agarré la verga para pajearlo lamiendo sus bolas acaloradas, y en breve me dispuse a chuparle el culo sin frenar la pajita que le hacían mis manos trabajadoras. Él parecía desbordado de placer cuando por segundos mi lengua se encallaba en su agujerito diminuto. Le metí el meñique y se lo hice lamer, además de tranzarlo después de ensalivar su ano, y también le pedí que lama mis manos polinizadas con su caldo preseminal, hasta que dijo que no aguantaba más. Le puse mi bombacha, le ordené que se ponga en 4 sobre la cama y se pajee entretanto mi boca le lustraba los huevos y se merendaba su colita con los chupones más asquerosos que hallé. Creo que el fragor de mis palabras lograron lo que yo quería. Mientras seguía haciendo eso le puerteaba el culo con un dedito y le juraba que era un nenito degenerado. Pronto su cuerpo se derrumbó en la cama enchastrada tras eliminar de ese pito majestuoso un torrente de leche incesante más violento y caliente que los anteriores. Sudaba maravillado y agradecido. Sonreía sin saber qué decir todavía con mi prenda enlechada en su cuerpo, abría los ojos como buscando una respuesta y se tocaba la pijita, la que no demoró en recobrar otra nueva erección.
    
    Aún su piel olía a sexo fresco cuando le dije que si quería volver a cogerme debía chuparme las tetas imaginando que era un bebé. Lo hizo a la perfección, y en cuanto me llevó a la locura me trepé a sus ...
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