1. Maribel, mamá; Sofía, hija; y Carolina, tía.


    Fecha: 06/08/2019, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Yo he tenido relaciones sexuales desde muy pequeña y mi hermana igual, tal es así que quedo embarazada a sus 17 años, cuando terminaba su secundaria. Soy lesbiana desde que tengo uso de razón. Con todo estos quiero decir que soy una mujer muy caliente y que necesito el sexo como parte fundamental de mi vida. Como es natural, después de tanta experiencia en el sexo soy bastante viciosa y no me asusto de nada. De hecho, desde que era adolescente que a mi hermana la veía como una mujer muy deseable a la que hubiera metido en mi cama sin ningún problema, pero nunca había expresado nada que me hubiera hecho avanzar en ese sentido. Bueno, como digo yo solía ir a casa de mi hermana con mucha frecuencia. Tanto ella como yo somos dos mujeres que se pueden considerar espectaculares. Nos consideramos muy sexys y nos gusta ir vestidas bastante provocativas. En ocasiones comentamos con risas como íbamos vestidas, que casi parecíamos putas, pero nos daba igual. Mi sobrina era con sus 12 años un auténtico espectáculo. Había heredado lo mejor de cada una de nosotras. Era bastante alta y tenía unos pechitos chiquititos que me volvían loca y su ombliguito al aire hacía que no pudiera apartar mi vista de esa zona. Hubiera dado cualquier cosa por cogerla. Como no podía ser, me conformaba con mirarla y con darle caricias de vez en cuando. Nos queríamos mucho y yo aprovechaba lo juntas que a veces estábamos para darle algún "abrazo" de más. Ella no creo que percibiera nada. Yo tenía un vicio ...
    ... oculto respecto a ella que me gustaba mucho. Cuando estaba en su casa solía ir nada más llegar al cuarto de baño. Allí estaba la cesta de la ropa sucia, que para mí era un tesoro. Yo buscaba en seguida las tanguitas de mi sobrina y también las de mi hermana. Muchas veces me había masturbado oliéndolas, primero las de mi hermana para calentarme y después las de mi sobrina, lo que me hacía explotar en un orgasmo bestial. Como es natural, cuando alguien hace algo muchas veces acaba por confiarse y comete un error. Yo un día lo cometí. Bueno al menos eso creí al principio, aunque luego las cosas fueron justo al revés de cómo yo me temí que fueran a ser. El caso es que un viernes estaba yo en casa de mi hermana después del mediodia. Mi sobrina estaba en casa de sus compañeros porque ese dia empezaban sus vacaciones de invierno. Eran las 3 de la tarde y mi hermana trabajando (como lo hace en la actualidad) como cajera en un banco. Yo, como casi siempre, estaba muy caliente, así que me fui al cuarto de baño y empecé a buscar en el cesto de la ropa. No había tangas de mi hermana, si no unas de mi sobrina blancas. Comencé a olerlas y enseguida me vino la imagen de Sofi. Esa imagen que me ponía mala de calentura y ese olor que también conocía. Me senté en la taza del inodoro, levanté mis faldas, bajé mis bragas y empecé a masturbarme. Estaba yo a punto de acabar cuando de pronto se abrió la puerta. ¡Dios!, yo quería morirme. Se me había olvidado poner llaves en el baño y allí en la puerta ...
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