La esclavita Luz y sus dos Amos
Fecha: 10/08/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos
... inmediato.
-Qué perrita tan obediente... -dije dándole unas palmaditas en la cola. -Qué bien adiestrada está...
-Bueno, a la cama, perrita Luz... -le ordené, y ella se subió.
-De espaldas. -completó el Amo Pedro.
Ya la teníamos allí, en la cama, para el final de la sesión. Era hora de liberar ese orgasmo que nuestro deseo, encendido desde hacía un largo rato, nos estaba reclamando imperiosamente.
Hice que se corriera un poco hacia los pies de la cama y me arrodillé detrás de su cabeza, con las piernas separadas, saqué mi miembro semierecto y comencé a pasárselo por la cara, de un lado al otro.
El Amo Pedro le ordenó que pusiera sus piernas en posición de ranita, le levantó un poco las nalgas con sus manos y la penetró por la cola.
La sumisa Luz gemía con la boca abierta y los ojos entrecerrados, esperando mi miembro. Se lo puse en la boca y allí terminó de endurecerse mientras ella lo sorbía ansiosamente. Sus pezones se alzaron, bien duritos, en cuanto los capturé entre mis dedos y los retorcí y estiré suavemente una y otra vez.
Después de un momento le pedí al Amo Pedro una pausa. Él retiró su miembro y yo hice lo mismo con el mío. Nuestra esclava gemía y jadeaba presa de la excitación. Le ordené que se pusiera en cuatro patas, le vendé los ojos con el pañuelo y luego até sus tobillos a los lados de la cama, de manera que sus piernas quedaron bien abiertas. Por último, le amarré las muñecas, con los brazos estirados, a los ángulos superiores de la ...
... cabecera, dejando un espacio para ubicarme frente a ella, con mi miembro a la altura de su cara.
-Bueno, sumisa Leila, -le dije acariciándole el pelo, las mejillas, el cuello, los hombros y las tetitas. -ahora tus Amos y vos vamos a gozar hasta el final, sin frenos, sin barreras... -y levantándole la cabeza, completé:
-Quiero tu lengüita en mis huevos... -y los apoyé sobre sus labios entreabiertos.
Fue en ese momento que el Amo Manu volvió a penetrarla por la cola, provocándole un largo gemido que se fue apagando cuando ella comenzó a lamerme como le había ordenado. Al contacto de su lengua me estremecí de pies a cabeza.
¡Qué figura tan bella y excitante formábamos los tres!... Y de esa figura emanaban gemidos, jadeos, monosílabos y frases entrecortadas que iban componiendo una sinfonía del más exquisito e intenso goce.
El Amo Manu tenía una mano sobre la cola de la sumisa Leila y la otra entre sus piernas ocupándose del botoncito, sin duda.
Excitadísimo por esas lamidas en mis huevos, que nuestra esclava alternaba con besitos, introduje mi miembro en su boca. Leila gimió de satisfacción al recibirlo y se puso a sorberlo apasionadamente, mientras corcoveaba por los embates del Amo Manu y esos dedos en la parte alta de su conchita. Manu le iba a dar uno de esos orgasmos que a ella tanto le gustan: combinación anal y clitoriana. En medio del intenso placer que me estaba dando con su lengua, me sentí feliz por ella y embargado de esa deliciosa sensación hecha de ...