1. La esclavita Luz y sus dos Amos


    Fecha: 10/08/2019, Categorías: Incesto Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... excitación y ternura me dejé llevar hacia el orgasmo.
    
    Todos terminamos con diferencia de segundos. Yo, respetando el pacto con el Amo Manu, retiré mi miembro en el instante exacto y me derramé sobre el cuello de la esclava, aunque no pude resistir un gesto de picardía y le pasé enseguida el extremo del miembro por sus labios para dejarle en la boca sólo un poquito de mi semen, que ella recogió inmediatamente con la punta de su lengüita mientras se agitaba en las convulsiones del orgasmo que le había provocado el Amo Manu.
    
    ...............
    
    Más tarde, otra vez en el living, relajados y felices, tomamos un café y coincidimos en que todo había resultado sumamente placentero. La sumisa Luz se veía radiante mientras su marido-Amo la colmaba de mimos y expresiones cariñosas. Su fantasía se había hecho realidad y yo supe que esa noche habíamos abierto una puerta al futuro.
    
    FIN
    
    Amo Eduardo:
    
    Mañana, lunes, voy a cumplir con tu orden y después te cuento cómo la cumplí. Por supuesto que sigo obedeciendo la orden de sentarme sin cruzar las piernas, como corresponde a una buena sumisa.
    
    Te mando el final de la historia…. espero que te guste....
    
    La sesión parecía haber llegado a su fin, pero mis Amos todavía no me habían autorizado a dejar mi papel de sumisa.
    
    -Queremos bien limpios nuestros miembros, sumisa Luz, empezá conmigo- dijo Amo Pedro.
    
    Me acerqué a él, que seguía recostado en la cama y con mis labios y mi lengua limpié todo su pene, sus huevitos y sentí ...
    ... el gusto mezclado de sus jugos y los míos.
    
    Luego hice lo propio con el pene del Amo Eduardo, que se había sentado al borde de la cama y sentí nuevamente su sabor y el mío.
    
    Amo Eduardo le pidió a Pedro permiso para ducharse, a lo que Amo Pedro accedió y mientras se bañaba, Pedro y yo, ya terminada la sesión, aprovechamos para besarnos y mimarnos como toda pareja de enamorados.
    
    Después de que Amo Eduardo saliera de la ducha fui yo y luego Pedro.
    
    Ya en el living, y tomando Eduardo esta vez una copa de cognac, y Pedro y yo una copita de Tía María y comiendo una porción de tarta dulce, quisieron saber ellos cómo me había sentido, qué cosas me habían gustado más y cuáles menos.
    
    Sólo atiné a decirles que soy la sumisa de mis dos Amos, que todo lo que ellos hagan o decidan hacer conmigo será bienvenido, porque mi placer es el de ellos y el cumplir mi fantasía de tener dos Amos, ya era más que suficiente motivación para obtener placer y complacerlos en todo lo que quisieran. Siempre en un marco de respeto y sabiendo el lugar de cada uno.
    
    Ellos sonrieron y con miradas cómplices se mostraron satisfechos.
    
    Amo Eduardo se retiró, y Manu y yo, abrazados, miramos por el ventanal cómo ya había llegado la noche.
    
    Estoy segura de que ambos Amos, cuando me fui a bañar, ya estaban planeando otra sesión de TRES, no sólo para cumplir mis fantasías sino porque ellos también encontraron una nueva forma de dar y recibir placer como Amos.
    
    Me quedé pensando en el saludo final de ...
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