1. Mis lindos tíos


    Fecha: 01/09/2017, Categorías: Incesto Autor: Nancybella, Fuente: CuentoRelatos

    Alguna vez relaté un encuentro apasionado con el tío Bernardo, hombre muy querido en la familia y que se ganó el cariño de todo por su forma de conversar y tratar a la familia. A mí me trató tan bien que me poseyó apasionadamente y me hizo ver estrellas. Ahora, frente a su ataúd yo estaba pensativa y no puedo negar que hubo momentos en que recordé cómo mamé su pito y como llenó mi vagina y culo.
    
    Viajé en avión en ruta Veracruz-México-Oaxaca y pasé muchos problemas para llegar a la casa de la familia. Allí, mientras esperaban a familiares de varios pueblos cercanos, permanecí con mis tíos Eustaquio, casado con mi tía política, Evangelina. Con mi tío Rolando que se casó con una prima lejana, Lucila. Varios de sus hijos viven en el extranjero y casi se quedaron solos en una casa grande que serviría para que allí se efectuara el velorio.
    
    Fui recibida muy bien, no los veía con frecuencia. Había estado en casa del tío Eustaquio y eso había ocurrido cuando era jovencita, muy jovencita y bueno, recibí unos dedazos de un primo que se acercaba a mí en la madrugada. Siempre creía que estaba dormida, pero yo sentía curiosidad y mucho placer cuando me introducía los dedos, haciendo a un lado mi calzón.
    
    Llevé una maleta con poca ropa y juro que traté de ser lo más discreta posible. Casi no tengo faldas largas, pero tenía un buen conjunto de falda corta, blusa blanca y un blazer negro, más mis zapatillas negras. Mis tías me recibieron gustosas y sentí el abrazo fuerte y decidido ...
    ... de mis tíos. Quería pensar que ese era el afecto que prodigaban. Pero noté que mi cuerpo les gustó. Las mujeres sabemos cuando le hemos gustado a algún hombre y más cuando se acercan, casi hierven y quieren comérsela a una.
    
    La mayor parte de mi familia, la que vive en Oaxaca se dedica a la agricultura. Oaxaca es un estado muy pobre, con pocos ricos y mucha corrupción y lo que la salva es el turismo, sin embargo, ha sido complicado por las protestas de maestros que se han extendido a otras zonas del país.
    
    Durante el velorio, entre la poca gente que iba llegando conocí a Brígida, quien durante un tiempo mantuvo relaciones con el tío Bernardo. La pobre mujer era un mar de lágrimas y me fui ganando su confianza para saber cómo había sido el tío con ella.
    
    Unas copitas de mezcal animaron el asunto. Brígida era una mujer bella, de unos 55 años y con una facciones indígenas hermosas. Me platicó que tuvo momentos muy agradables con él pues siempre estaba de buen humor y cuando ya agarró confianza hasta me platicó que había pasado buenos momentos con él en la cama. Yo no pude conversarle que alguna vez él me cogió y de buena forma. Yo avalaba lo que ella conversó pues sentí en carne propia las acometidas de este hombre que me volvieron loca.
    
    El día fue largo y en la casa de mis tíos hubo tamales, antojitos, café y se atendió a los invitados, aunque el grueso de la gente llegaría hasta el otro día, pues algunos municipios quedaban muy lejos y además, estaba el problema de los ...
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