1. Speedo


    Fecha: 01/09/2017, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... detenerme en sus duras y deliciosas nalgas. El me abrazó colocando sus brazos sobre mis hombros para fundirnos en un profundo beso con lengua.
    
    Cogí el champú mientras observaba algunas de las excitantes cosas que los otros hacían entre sí. Esparcí champú en el pelo castaño de Guiller así como en la pequeña mata de pelo de su pecho y en sus axilas. Me ayudé del agua para hacer espuma y esparcirla delicadamente con mis manos por su cabellera. Luego agarré espuma con las manos y puse algunos pegotes en su cuerpo. Usaba mi pecho para esparcir la espuma por su cuerpo. Yo disfrutaba limpiando sus poderosos bíceps y sus maravillosos hombros. Luego me arrodillé delante de él y limpié su pene primero con mi boca y luego esparcí la espuma en su vello púbico hasta que su pene estaba completamente limpio. Le giré y me concentré en su retaguardia. Puse montones de espuma en mis dedos y los deslicé profundamente en su ano.
    
    Dado que los dedos no podían penetrar tan profundamente como yo quería, puse espuma en mi pene y lo introduje en su culo, entrando y saliendo, presionando la espuma profundamente para limpiárselo. Mientras hacía esto, mis manos continuaban masajeando sus genitales y su estómago. Continué durante un rato para detenerme antes de que me corriera. Mientras limpiaba sus preciosas piernas musculosas, él intentó meter su polla en mi boca pero no se lo permití ya que aún quedaba mucho por hacer.
    
    Cuando finalicé, di un vistazo para examinar lo que los otros miembros ...
    ... del equipo estaban haciendo. Uno de ellos tenía su cara entre las nalgas de otro mientras diferentes parejas o tríos se esparcían espuma por sus genitales. El contraste de vello púbico claro y oscuro era una visión maravillosa mientras la espuma se deshacía al contacto con el agua de las duchas.
    
    Después Guiller comenzó su trabajo. Tomó champú y lo esparció por mi cabeza masajeando con sus largos dedos mi cabellera. Luego comenzó a esparcir espuma por mi cuerpo lampiño. Sus fuertes y firmes manos presionaban contra mi cuerpo con extrema delicadeza. Frotó mis pezones hasta endurecerlos descendiendo luego poco a poco hasta mis testículos. Sus manos me acariciaron el escroto un par de veces. El placer era enorme y mi polla comenzó a crecer y él la metía y sacaba de su boca. Paró antes de que fuera demasiado tarde dejando a mi pene sin disparar su carga. Luego continuó por mis piernas y mis nalgas recreándose con sus manos en mi ano que frotaba con vigor. Nos duchamos para eliminar los restos de jabón y, limpios y frescos, observamos al resto del equipo. Uno de ellos estaba placenteramente limpiando su pene mientras acariciaba el de su compañero. Un pequeño grupo había formado un anillo y estaban lamiéndose los anos bajo el agua de la ducha. Cuando se dieron cuenta de que nosotros habíamos terminado, eliminaron bajo el agua los restos de espuma y, húmedos aún, salimos de las duchas.
    
    Al salir de las duchas Guiller permaneció de pie permitiéndome la tarea de secarle. Agarré una ...