¿Un favor devuelto? -1
Fecha: 02/09/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: elobrerodelsexo, Fuente: CuentoRelatos
... desabrochándole el albornoz con mi otra mano me apoderé de una de sus fantásticas tetas, acariciándola pellizcando suavemente su duro pezón.
Estuvimos así un rato hasta que noté que Pamela estaba empezando a agitarse por la proximidad de su orgasmo, empecé a follarla más duro metiéndole la polla entera contoneando mis caderas y rozando su lubricada vagina hasta que Pam se corrió sonoramente, pues no dejó de lanzar unos excitantes gemidos mientras su sexo apretaba con sus palpitaciones mi polla y yo me corría bañando con mi caliente semen su suave y apretado chocho.
Después Pamela salió de la cocina, supuse que estaba lavándose un poco porque oía el agua correr en el baño, yo terminé de arreglar la avería, recogí las herramientas y fui a buscar a Pam.
La encontré en el dormitorio tumbada, medio adormecida, el albornoz entreabierto dejaba ver su chocho y una de sus preciosas tetas, esa visión hizo que mi polla empezara a ponerse dura otra vez, no pude resistirme y abriéndole las piernas empecé a besar y mordisquear sus muslos, lamer su sexo a la vez que me apoderaba de una de sus tetas, ella reacciono ronroneando de placer, mirándome con deseo y frotando su chocho contra mi boca para que se lo comiera todo.
Yo ...
... estaba como en una nube por tener a este bombón de mujer para saborearla y follarla, me encantaba su oscuro chocho y su rapidez en recuperarse del orgasmo y estar dispuesta a seguir para correrse otra vez.
Después de unos minutos note que estaba bastante excitada pues me frotaba su chocho en mi boca más rápido, por lo que me tumbe sobre ella y le metí la polla hasta el fondo y empecé a follarla con pasión a lo que ella respondió abriendo los muslos todo lo que pudo.
Notaba a cada envite como los mojados labios del chocho de Pamela besaban mi pubis -que deleite – en este momento los dos estábamos excitadísimos y nuestro ritmo follando se compenetraba a la perfección, ella alzaba el chocho justo cuando yo le metía la polla hasta la base y me apretaba, con sus manos del culo hacia su sexo, para tener más contacto, mordisqueándome el cuello y los pezones diciéndome. - Ohhh, así, jódeme fuerte, clávamela toda. Después de un frenético mete y saca, el orgasmo nos vino al unísono, Pam apretando su sexo contra mi pubis y yo intentando meterle hasta los huevos.
El placer nos dejó desmadejados y adormecidos. Media hora después nos duchamos y regresamos a la ciudad sin comentar nada de nuestro encuentro sexual, hablando de naderías.