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Lara, una chica muy obediente (7)
Fecha: 21/08/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos
... que se le ofrecía ya humedecido y si bien no totalmente depilado sí con una mata de pelo poco abundante. Su lengua hendió los labios externos y anduvo de arriba abajo unos instantes. “Sabe bien” –se dijo y siguió lamiendo mientras escuchaba los gemidos de la celadora. Después sus labios capturaron el clítoris, ya bien hinchado, y lo retuvieron durante unos momentos para después lamerlo con lengüetazos a veces rápidos y luego lentos que acentuaban el disfrute de la mujerona. -Así… así, perrita… aaaahhhhhhhh… muy… muy bien… sí… así… ¡qué lengua!... ¡qué buena eres!… -exclamó la celadora y continuó jadeando cada vez con más fuerza mientras Lara lamía y tragaba los jugos que brotaban en abundancia de ese coño. El sabor era algo más agrio que el de sus dos dueñas, pero no le resultaba desagradable. De pronto el jadeo de la matrona se hizo más fuerte y más rápido y segundo después llegó al orgasmo que por su violencia la obligó a aferrarse a la cabeza de la niña para poder sostenerse. Lara permaneció inmóvil en cuatro patas, tragando los últimos restos de fluido y sintiendo lo empapado que tenía el conejito. Con gusto hubiera llevado allí su mano para masturbarse y aliviar tanta calentura, pero estaba habituada ya a no hacer nada si no se le ordenaba o se le permitía hacerlo y entonces se contuvo. Cuando la celadora hubo recuperado el aliento le pasó la mano por la cabeza en un movimiento algo parecido a una caricia y le dijo: -Muy bien, Lara, ése es tu nombre, ...
... ¿verdad?... -Sí, señora. -Eres muy buena con la lengua… ¿Con quién has aprendido a hacerlo? Lara comprendió que no podía revelar semejante secreto: -No… con nadie, señora… No sé… hice lo que… lo que me pareció que a usted le… le gustaría… -¡Y vaya si me gustó! ¡jajajajaja!... Y ahora dime, ¿a ti te ha gustado? La niña sintió que se ponía coloradísima y con las mejillas ardiéndole tanto como el coño murmuró un sí casi inaudible. -¡MÁS FUERTE! Lara tragó saliva: -Sí… -repitió esta vez en un tono lo bastante alto como para satisfacer a la matrona. -A ver qué tanto te ha gustado. –dijo la celadora e inclinándose a espaldas de la niña le ordenó que separase las rodillas y le metió mano en el conejito. -Mmmmhhhhhhhh… ya lo creo que te ha gustado, perrita… Estás empapada… Èchate de espaldas que quiero beberme ese néctar… -dijo la mujerona con la voz algo enronquecida por la excitación. Lara obedeció estremecida de calentura. Se tendió en el piso de tierra apisonada, flexionó las piernas y luego las abrió para que la matrona la usara a su antojo. “Para esto he venido al mundo.” –se dijo absolutamente convencida. –“Para que se me use…” –y esa certeza, ya alojada en lo más profundo de su conciencia, le hizo experimentar un intenso placer. La celadora se sintió deslumbrada ante el coñito de Lara, rosadito, tierno y con ese brillo en los labios externos, delator de la presencia del flujo que brotaba incontenible. Entreabrió esos labios con sus ...