1. Hermanos sin tapu cap 9


    Fecha: 02/09/2017, Categorías: Incesto Autor: Crystal69, Fuente: SexoSinTabues

    ... descansar. He tenido suficiente sexo por hoy. Les dejo solos. Mamá se despidió con sendos besos en nuestras bocas y se fue del cuarto. Papá y nosotras nos quedamos solas y en silencio durante un rato, sentados en la cama sin saber que hacer. Él nos miraba de hito en hito, algo avergonzado y yo no comprendía por qué si no era la primera vez que íbamos a intimar. —Entonces… ¿vamos a hacerlo o no? —dije a los dos. Estefy y mi padre se vieron las caras. —Bien… son mis hijas, así que creo que debo complacerlas. —Eso es —me apuré a quitarle la camiseta y los pantalones. Se recostó en la cama con la polla semierecta y sus grandes huevos colgando. A mi hermanita se le hizo la boca agua al verlos. Lo noté en la lujuriosa mirada que se estaba echando. Papá abrió un poco sus piernas y comenzó a masturbarse lentamente. Nosotras miramos atentamente mientras nos quitábamos la ropa. Poco a poco esa verga empezó a ganar tamaño, a bombear sangre hasta que se puso tan erecta como un mástil. Imaginé la satisfacción de mi padre al verse a punto de tener sexo con nosotras, sus niñas consentidas. Primero comencé yo, que me acomodé justo entre sus piernas y sin dudarlo me llevé su miembro a los labios. ¡Dios! Cuánto lo quería. Me llenaba la boca en su totalidad. No me lo podía meter más adentro como quisiera, pero lo poco que entraba me daba para mamar a gusto, para tocarlo con mi lengua. Cerré los ojos y casi olvidé que Estefy estaba conmigo. —¡Me toca! —masculló mi hermanita como si me ...
    ... estuviera quitando un dulce. Me hice a un lado y ella ocupó mi lugar. Con una hermosa sonrisa feliz ella tomó el pene de papi en sus manos. Luego intentó metérselo en la boca pero como ella tenía una boquita algo más pequeña que la mía, tuvo ciertos problemas en acomodarla. Cuando finalmente lo logró, cerró sus ojos y deslizó suavemente el falo hasta su garganta. —Creo que no es una posición muy cómoda para una garganta profunda —dije. —Pero quiero intentarlo. —Sólo mamá sabe hacer la garganta profunda —le recordé. —Me da igual que hagan. Sólo chupen —exclamó papá, gozando de lo rico cuando la lengua de su pequeña hija le lamió los huevos. Yo me sonreí y me fui detrás de Estefy. Hice que se pusiera en cuatro sin que se quitara el pene de la boca. Luego ella ofreciéndome una perfecta vista de su culito, le abrí los labios vaginales y deslicé la lengua por esa hermosa entrada que ya estaba goteando de jugos. ¡ah! Cuánto adoraba verla mojada. Formaba pequeñas gotitas de flujo que yo recorría con mi lengua. Más al fondo vi su himen intacto y sentí grandes deseos de romperlo, llegar hasta las partes más profundas de ella y bombear mi semen. Claro, si fuera hombre lo haría. Chupé la vagina de mi hermanita durante un buen rato mientras me tocaba el clítoris con ambas manos. Estefy gimió. Yo me sentía tan húmeda que mis deseos por ser penetrada por atrás fueron muy lejos. O quizá yo debería penetrar a alguien. Rápidamente salí del cuarto y fui en dirección a mamá, que estaba acostada en ...
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