1. El Cazador - Parte 7


    Fecha: 23/08/2019, Categorías: Gays Autor: johna.2012, Fuente: SexoSinTabues

    ... ―Samuel… ¿estás bien? ―La voz fuerte y familiar de Armando me volvió a la realidad y me tranquilizó bastante. ― ¿Qué pasó? ―pregunté sin entender nada. ―La policía intervino al sujeto que te estaba atacando. Se lo acaban de llevar preso ―explicó mientras me sostenía de la cintura y me acercaba a su cuerpo para que me apoyase en él. El aroma a Old spice y café que emanaba de su cuerpo actuó como un somnífero para mí, un tranquilizante que hizo que recostara mi cabeza en su hombro y me dejara llevar por él. ―Lo lamento ―le escuché decir―, no quise que pasara esto ―. Su voz se desvanecía en el aire o tal vez era yo quien perdía la consciencia. No sé si fueron los golpes, el estado de shock por haber estado a punto de ser violado, o el cansancio por todo lo que había pasado en las últimas horas, pero caí rendido en los brazos de Armando y no supe más. Una cálida sensación recorría mi brazo izquierdo, cuando retomé la consciencia, como una ráfaga de aire caliente que iba y venía y que me hacía sentir muy a gusto. Luego aquel aroma familiar, intenso y embriagante, invadió mis sentidos y mis ojos se abrieron de par en par. Me encontraba recostado sobre mi lado derecho en una cama que me resultaba raramente familiar y una mano me acariciaba el brazo izquierdo, moviéndose de arriba abajo. Luego de un segundo de pánico, el aroma a Old spice me reveló de quien se trataba sin tener que darme vuelta a mirarlo, haciendo que mi cuerpo se relajara nuevamente. ¿Qué había sucedido? Los ...
    ... recuerdos eran vagos en mi mente, o al menos lo fueron por un momento. Luego todo lo que había pasado regresó de golpe a mi cabeza y mi cuerpo se estremeció y se contrajo al recordar a ese asqueroso sujeto, acariciándome las nalgas. Entonces, al sentir que mi cuerpo se estremeció, el brazo de Armando rodeó mi pecho y me apretó contra él, haciéndome sentir extrañamente bien. El aroma de su piel era aún más embriagante que el perfume que usaba, casi tanto como sentir el calor de su cuerpo rodeándome. Nunca me había sentido tan protegido antes, tan a salvo, y después de lo que había vivido eso era realmente lo que necesitaba en ese momento. Pero entonces el calor de su pecho contra mi espalda no fue lo único que pude sentir. Un enorme bulto caliente empezó a crecer y a presionar contra mis nalgas, lo que puso muy nervioso. Por ser activo, nunca había dejado que alguien se acercara tanto a mí por detrás, mucho menos puntearme de esa forma, pero había algo en Armando que era diferente, que me hacía ir contra todo lo que conocía y deseaba. Por eso no dije nada y sólo me quedé quieto, haciéndome el dormido, sintiendo como su pene crecía y crecía contra mis nalgas. Entonces suavemente Armando colocó su rostro sobre el mío y me apretó más contra él. Mi piel se puso de gallina al sentir la piel de su mejilla contra la mía, y su calor envolviéndome por todas partes, entonces supe que ya no podía seguir pretendiendo que dormía y me volví hacia él, quedando nuestros rostros a sólo un par de ...
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