1. Mi Señora Amiga


    Fecha: 25/08/2019, Categorías: Zoofilia Autor: Key-Q, Fuente: SexoSinTabues

    ... centímetros al pasarme mis dedos por ahí. Luego salí y los perros estaban detrás de la puerta esperándome, siguiéndome estos por el pasillo hasta donde me estaba esperando sentada la señora en la sala de estar y noté que no había nadie más en esa casa, lo que le pregunté a ella y me lo confirmó indicándome que sus dos hijos ya son mayores y su marido trabaja en faenas mineras pasando pocos días del mes en casa. Me indicó que me sentara, a lo que le respondí que no, que tenía que llegar a mi casa a cocinar y hacer otras cosas (otras cosas que obviamente incluía llegar a tener sexo con mi perro). Y al quedarme de pie los perros nuevamente comenzaron a meterme sus hocicos por abajo, con lo que decidí sentarme para que no siguieran molestando. Pero al estar más abajo, mientras la señora me hablaba, no podía dejar de observar la roja punta del pene del bóxer que algo se le asomaba, ya que al pastor no se le veía nada por su pelaje más largo. Trataba de disimular, pero ella ya me tenía plenamente identificada y me ponía incómoda su inquisidora forma de mirarme. Me volví a mojar y así sentada como estaba los perros igual fueron a hostigarme, estaba muy confundida no sabía si quedarme o salir arrancando. La señora notó mi incomodidad y directamente me preguntó - ¿Has oído hablar o sabes algo de la zoofilia? - y los casi treinta segundos en que guardé de silencio me delataron. Ella se sonrió y yo me volví a sonrojar - ¡Si, es que no, no sé, ay perdón, lo siento, es que tengo que ...
    ... hacer! - y poniéndome de pie me fui sin dar mayor explicación. Salí de aquella casa y caminé rumbo a la mía sin mirar atrás, solo pensando en lo increíble de la coincidencia de haberme topado con otra mujer que se dejara o hiciera montar por su perro. Claro que ella tenía dos y eso me causaba una sana envidia, su actitud no fue invasiva ni me presionó por nada, solo que yo me puse nerviosa y no supe como reaccionar ante aquel encuentro. Al día siguiente me fui a dar una vuelta por allá rondando el sector entre las 10:30 y las 11:00, que fue más o menos cuando salió a la calle y me acerqué a hablar con ella. Le pedí disculpas, entramos a su casa y le hice una serie de preguntas respecto a este tema, en donde ella me contó que lo había descubierto por sí sola al verse necesitada de sexo durante las ausencias de su marido, sus hijos para ese entonces estudiaban, pasaba sola en casa y tenía un solo perro, además que llevaba cerca de quince años haciéndolo y su primer amante perruno había fallecido hace tiempo. Bueno yo también le conté lo mío, que es lo narrado en mi otro relato "Parte de lo que he vivido" y quedó asombrada de lo precoz de mi incursión en el sexo animal. Ya todo conversado y luego de un momento de silencio, me comentó - "Tulio es el que quedó más enamorado de ti" - haciendo referencia al Bóxer (el Pastor Alemán se llamaba Dicky) - "¿le darías a probar de tus jugos al pobrecito? porque me parece que te mojas bastante como para atraerlos tan luego" - y sin esperar mi ...