Mundo salvaje -2-
Fecha: 26/08/2019,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Barquidas, Fuente: CuentoRelatos
... las prostitutas, los burdeles etc. cuyas efigies estaban por todas partes y, particularmente en Roma, esa efigie a la puerta del edificio, señalaba que allí había, funcionaba, un lupanar-
3.Se refiere al pretendido juramento que, Hamilcar Barca obligó a emitir a su hijo, Haníbal Barca, de odio eterno a Roma. Esto, que es mantenido hasta la saciedad, de forma bastante generalizada por casi toda la historiografía, hasta incluso hoy día, no tiene base histórica en absoluto. Esta leyenda, que no creo sea otra cosa, parte de las “Historias” de Polibio, historiador greco-romano del siglo IIº A.C., donde dice que Hamilcar Barca, padre de Haníbal, hizo jurar a su hijo, en el templo de Melkart, que “Nunca sería amigo de Roma”, no que eternamente la odiaría. Y que Haníbal, en verdad, no pretendía, ni mucho menos, destruir la ciudad de Roma, la tenemos en las negociaciones entre el propio Haníbal y Filipo Vº de Macedonia; en tales negociaciones, y hablando del reparto del territorio italiano tras ...
... la derrota romana, Roma quedaba reducida a potencia de segundo orden, subsistiendo, pues, como ciudad-estado independiente, aunque, al parecer, sometida a Cartago en vasallaje.
4.Del antiguo dicho español “Las cañas se volvieron lanzas”; indica que lo que un día fue bueno y deseable, otro día puede hacerse nocivo e indeseable. Tiene su origen en una novela morisca del siglo XVI, “Las Guerras Civiles de Granada”, de Ginés Pérez de Hita. En esta novela se narran los amores el moro Garzul y la mora Lindaraja; el moro dice a su amada que se va a los “Juegos de Cañas”, pero la bella piensa que su amante va a verse con otra mora, Zayda, también enamorada de Garzul; entonces, en un ataque de celos, ruega a Dios que en el juego, las cañas que sus adversarios le lancen, se conviertan en lanzas que le maten. Aquí expresa que el placer salvaje que antes disfrutaba, acaba convirtiéndose en casi tortura.
4.1. Los juegos de cañas eran como justas o torneos, sólo que usando cañas en lugar de lanzas.