1. VIVENCIAS 6 (MI PRIMA RUTH HA CRECIDO)


    Fecha: 31/08/2019, Categorías: Hetero Autor: efeso, Fuente: RelatosEróticos

    ... emoción.
    
    Su atuendo escogido para esa tarde, era de lo más sencillo, pero muy, muy sensual, una minifalda que dejaba por primera vez al descubierto sus hermosas piernas que ya había tenido oportunidad de ver. Una blusita sin mangas con un ligero escote circular que marcaba a la perfección sus hermosos y firmes senos. Elogié en más de una ocasión su espectacular figura y ella correspondía con tímidas sonrisas.
    
    Poco a poco ella también se iba dando cuenta que era verdad todo lo que le decía, y se había percatado que poseía un cuerpo de diosa, por lo que su inocencia se iba transformando en confianza, para mostrar todo lo que durante mucho tiempo tuvo oculto.
    
    Comemos? Dijo.
    
    Después de comer, me invitó a su recamara para escuchar algo de música y ver fotografías, después de un rato, nos quedamos en su cama recostados, la situación nos llevó poco a poco a acercarnos cada vez más, hasta que fundidos en un abrazo comenzamos a besarnos con ternura y después con una creciente pasión que al principio nos turbó, pero reanudábamos los besos cargados de lujuria.
    
    En una de esas, así como estábamos acostados, la tome por la cintura jalándola para que ella quedara encima de mí, nos besamos y yo acariciaba su estrecha cintura y ella me acariciaba mi cara y mi cabello, atravez de nuestras ropas, podía sentir como sus duros senos se aplastaban contra mi pecho, sus piernas se entreabrieron un poco, para dejar en medio de ellas una de las mías, le cual flexioné y pude sentir ...
    ... como su falda se levantó y ella apretó mi pierna con las suyas. Sentí claramente el calor que su sexo desprendía, por un momento pensé en bajar mis manos para acaricias sus piernas, pero me detuve, no quería ir tan rápido.
    
    Seguimos en esa posición hasta que ella por inercia comenzó a restregar tímidamente su sexo con mi pierna, los besos no cesaban y mi boca se dirigió hasta su cuello y ella me dejó hacer, mi verga estaba más que parada y yo sabía muy bien que ella la estaba sintiendo, mis huevos me dolían de la excitación, pero no quería ir más allá. Quería que ella fuera tomando poco a poco confianza y sobre todo la iniciativa. Mis manos acariciaban sin cesar su cintura, que poco a poco quedó descubierta, levantando un poco su blusa. El contacto de mis manos en su piel, hicieron que se estremeciera y comenzara a lanzar ligeros gemiditos entre beso y beso que nos dábamos. Fueron interminables los momentos que estuvimos haciendo cosas, sin rebasar el límite de lo permitido, como decía su mamá, por lo que en una de esas, le dije…
    
    Ya me tengo que ir. Y me lavanté de la cama.
    
    No. Por favor. No te vayas. Quédate un rato más.
    
    Accedí. Y me senté en la orilla de la cama, tratando de ocultar mi erección. Ella me volvió a jalar y volvimos a besarnos con pasión. Esta vez fui yo quien quedó encima de ella, volví a besar su cuello, bajando cada vez más hasta el nacimiento de sus senos, ella se retorcía de placer y me daba unos ligeros rasguños en mi espalda, mi verga cada vez ...
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