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Ya soy el puto del equipo (XV)
Fecha: 04/09/2019, Categorías: Microrelatos, Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos
... el dedo para ver la polla que faltaba entrar y me reí, aun dolorido, porque solo faltaban unos 3 centímetros. Así que le dije en voz alta: — ¡Ándale, maricón!, ¿tienes miedo? Se rió antes de que me clavara el resto de su polla en el culo y comenzara a actuar de forma lenta pero constante. Esa pequeña penetración me hizo rabiar y raspaba las paredes de mi entrada. Y es que a él se la hacía más gorda de la cabeza a la base de modo progresivo. Cuando por fin se hizo evidente que yo ya lo estaba disfrutando más y más, él aumentó el ritmo de modo que entraba y salía completamente —yo lo veía—; estaba fuera su cipote y lo metía, entonces sentía sus huevos chocar en mi culo, así bombeaba contra mi culo tan rápido como podía. Se retiraba por completo, unas veces accidentalmente pero otras claramente deliberadas, y luego lo introducía sin pausa. ¡Me encantó! y grité: — ¡Bueno, joder, bueno! Sigue, dale, sigue, adentro, ¡ah, ah! Después de una larga follada mientras yo decía: «adentro, sigue, dale, sigue», me percaté de que ya estaba cerca de correrse. Comenzó a respirar más fuerte y todo su cuerpo comenzó a temblar. Inmediatamente antes de correrse, me miró, sonrió y retiró su polla hasta que metió su gran cipote en forma de cuña, que llegó justo al lado de mi próstata. Hasta ese momento me había encantado su jodida tan técnica, pero cuando comenzó a usar su cipote para masajear incesantemente mi próstata, ¡pensé que me volvería loco! Comenzó a sacudirme ...
... descontroladamente mientras él solo sonreía, diciendo: — ¡Ya te dije que todos mis compañeros de esta puta mierda de jodida se corren antes de que termine con ellos! ¡Joder!, ¡el maricón estaba en lo cierto! ¡Disparé más de lo que creo que había disparado nunca antes en el condón! Tan pronto como comencé a eyacular, él volvió a sus repetidos y duros golpes y pronto eyaculó su esperma en su condón. Cuando los dos estábamos completamente exhaustos, él salió de mí, se puso de pie, extendió su mano para ayudarme a levantarme y comenzó a caminar hacia Canales. Lo seguí y él entró en un baño y yo en otro. Mientras cerraba la puerta, me miró y dijo: — ¡Mierda, Doro! Nos vemos dentro de un rato, pero al revés, no dudes que soy la maricona del grupo, je je je, se fue riendo a buscar una presa. Cuando salí del baño, volví a la sala de la orgía con mi polla ya floja colgando de mí como un badajo de campana, me apoyé en la pared y observé a los otros tipos que se encontraban en un estado de recuperación similar: Frasquito toqueteando a Canales, Mauricio besándose con Abelardo, Leoncio aún estaba follando con Santi y daba gusto verlos cómo estaban de sudados, ninguno de los dos estaba aún a punto de correrse. A solo unos metros de mí noté a Martín con una pequeña toalla alrededor de su cintura, lo cual era totalmente inadecuado, porque cuando tenía su polla en reposo su cipote y unos 3 cm más de polla asomaban por debajo de la toalla. Supuse que Martín me estaba buscando, porque se había ...