1. Hermanos sin tabú. Cap 13 y 14 Final


    Fecha: 05/09/2019, Categorías: Incesto Autor: Crystal69, Fuente: SexoSinTabues

    ... que empiece la fiesta! —exclamó Ángela. Y dio inicio con la boca de Alec haciendo destrozos en mi vagina. Separó mis labios con sus dedos y concentró sus esfuerzos en mi pequeño clítoris al que le faltaba ser estimulado. Mientras tanto Ángela se mantenía firme con mis piernas abiertas para darle a Alec todo el espacio que necesitara. Estefy fue otro cuento. Ella se acomodó a mi lado y me dio un beso terriblemente jugoso en la boca. Luego siguió por mi cuello hasta mis tetas, las cuales juntó y apretujó. Incluso las levantó para que yo misma pudiera lamerme los pezones. Qué rico se sintió morderme mis propias puntitas. Me dejó así unos momentos mientras se desnudaba rápidamente, se paraba sobre mí y dejaba caer su hermoso culito justo a la altura de mi boca. —Lame, perrita —dijo con toque sexy, y ya comprendiendo lo que mis hermanos deseaban, lo hice. ¡Ah! Los jugos de mi dulce hermanita me encantaban. Sabían diferentes a los de Lorena, de mamá, de Ángela y de tía Joan. Eran más sabrosos, como delicioso aceite. Me apresuré a lamer las gotitas que caían y agradeciendo que las mujeres de mi familia fueran tan buenas lubricando sus coños. Luego de que Alec terminó de darme sexo oral, me tomó de los tobillos y los puso sobre sus hombros. Estefy se hizo a un lado, pero no me dejaron respirar porque en seguida mi gemela puso su vagina al alcance de mi lengua. También estaba sumamente mojada y no perdí un segundo en lamer aquél fresco manjar, a deslizar mi lengua por los pliegues de ...
    ... su coñito y morderle los labios. En ese instante la verga de Alec me penetró y yo gemí con total satisfacción. Sentí que Estefy me lamí el clítoris para aumentar mi excitación, y vaya que estaba dando resultado porque en unos momentos gemí y tuve que dejar de comerme a Ángela. Mi gemela rió. Se abrió los labios con sus deditos y rogó que la penetrara con mi lengua. Lo hice, explorando cada rincón de su dulce agujerito que manaba como una fuente. Sin embargo ya me estaba cansando de las conchas. Necesitaba de una polla cuanto antes. Alec lo entendió de inmediato y se arrodilló en la cama. Yo me puse a cuatro patas y no tardé nada en devorarle el pene, metiéndolo hasta el fondo de mi garganta mientras él me tiraba de cabello y me guiaba. La saliva me escurría de la comisura de la boca. Tuve que controlarme para no tener arcadas. Estefy logró hacerse espacio debajo de mí y se concentró en lamerle las bolas a nuestro hermano. Ángela miraba todo encantada y lo filmaba con una cámara de vídeo. Me dijo que sonriera y así lo hice. A continuación la dejó grabando sobre el buró y sacó de debajo de la cama una caja blanca. De ella extrajo un arnés sumamente grande y no tardó mucho en colocárselo. —Levanta el culito —me pidió, y yo lo hice. Ella se acomodó detrás de mí, y separó mis nalgas con antusiasmo. —¿Por el culo o por la vagina? —Vagina —dije, separándome unos segundos de la polla de Alec. —A la orden, hermanita adorada. Nada más sentir cómo el arnés me entraba, grité de placer. ...
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