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La historia de Ángel, solo era un muchacho (09)
Fecha: 11/09/2019, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
El domingo nos levantamos casi a la hora de la comida y estaba solamente Eduardo en la casa. Después de que desayunáramos, un simple vaso de leche, estuvimos en el jardín jugando con Dulce. No comentamos lo de la noche pasada, solamente Rubén me dijo en un momento que yo le había gustado mucho a Alberto y que con David y Oriol pasaría lo mismo, que estaba seguro de que su primo estaría encantado conmigo. A la tarde llegaron Pablo y Erico para llevarse a Rubén, sus padres se habían quedado en su casa, querían hablar con Ana María y al no estar decidieron no venir, ayudé a Carmen y Rubén a llevar hasta el coche las bolsas de ropa de Oriol que Carmen había retirado del vestidor. Eran un montón de bolsas con todo tipo de ropas y calzado y Rubén estaba emocionado. Rubén me prometió que cuando estuviera solo no me preocupara, porque él vendría a hacerme compañía y a sacarme de la cárcel. Eduardo no pudo ocultar la risa al escucharle. Cuando pude hablar con Pablo, como no venía a mi habitación me acerqué a la suya, estaba metido en la cama y me acosté a su lado, le pregunté por su tía, por su cara había tenido la impresión que las noticias no iban a ser muy buenas. -La han llevado a casa, no pueden hacer nada y no tiene sentido que la tengan en el hospital, mi tío está destrozado, peor aún que ella que es la enferma. -me abracé a él deseando poder compartir su dolor. -Lo siento Pablo, de verdad que lo lamento. -entonces sentí que me apretaba contra él haciéndome ...
... daño. -¿Se arreglará tu tío para cuidarla, podrá hacerlo él solo? Será mucho trabajo para él. -más que nada lo preguntaba pensando que quizá Pablo tuviera que marchar para estar con ellos. -No te preocupes, la mamá de Erico se encargó de que una mujer del pueblo se desplace a la haciendo para ayudarle. -Gracias Ángel, ahora entiendo más lo injusto de tu situación, tu has perdido a tu familia y amigos y sientes lo de mi tía, que pueda irse te preocupa olvidando tu situación. -me besaba con inmensa ternura la cara, sus dulces besos dejaban que mi amargura brotara en forma de lágrimas. -¿Como te ha tratado Rubén? -pasaba con suavidad las manos por mi rostro llevándose las lágrimas y seguía besándome. Ahora sabía que se preocupaba por mi, que pensaba en mi situación aunque poco podía hacer él para solucionarlo. -Es un chico estupendo, tu ya lo sabes, le conoces de siempre. Me ha sacado de casa, ciertamente ha hecho que me olvidara de que estoy prisionero y que me sintiera libre, un poco como me sentí cuando tu me llevaste en moto la primera vez. Lentamente le fui contando como había pasado los dos días, también lo que pasó con Alberto y Rubén, sin ocultarle nada. -¿Te gustó Alberto? -Menos que tu, pero sí lo pasé bien, es un poco sádico, sin pasarse. -cuando le conté como me había metido el hielo por el culo tuvo que reírse, y me alegró que olvidara por un momento a sus tíos. Dormí con él y no me pidió sexo, creo que estaba en un mundo de sentimientos muy ...