1. La unión de las palomas


    Fecha: 14/09/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: orestes santoyo, Fuente: CuentoRelatos

    ... solas con Julieta.
    
    -¡Perdóneme por lo de ayer! Señora, de no ser por su presencia hubiera sido un sufrimiento mayor para mi persona, ¡No sé cómo decirlo! Pero esta vez fue algo diferente.
    
    Julieta la miro mientras hablaba, su reacción fue abrir los brazos y estrecharla entre ellos, Zulema se dejó hacer y levanto su cabeza para besarle.
    
    Después de intercambiar varios besos donde las lenguas empezaban a participar, Julieta rompió el abrazo para preguntar: -¿Ya te había violentado mi marido?, -No señora, no me explique bien, ya me habían violado otras veces, pero esta fue la primera vez que aparte de la vergüenza, me dio gusto que el señor me obligara a besarla, porque usted me inspira sentimientos bonitos, de paz y tranquilidad, además a veces pienso que usted esta tan indefensa como yo y que también le hace falta ternura y amor, a pesar de que juega y sonríe con sus hijos, hay algo en el fondo que adivino es fruto del dolor y sufrimiento, sentimientos que yo muchas veces tengo; además, ya que yo no seré capaz de tener hijos nunca, la presencia de usted y los niños me hace ser feliz. Además, es la primera vez que me violan en presencia de otra mujer y me sentí un poco menos humillada. Y luego cuando el señor me obligo a chuparlo, fue menos repugnante porque sabía que tenía un poco el sabor de usted.
    
    Julieta no supo que responder, era una confesión que no esperaba, pero quiso saber más y termino preguntando: -¿Por qué no puedes tener hijos? ¿No estarás ...
    ... equivocada?
    
    No señora, la primera vez me violaron a los catorce años, un grupo de ocho rebeldes revolucionarios que me llevaron a la sierra, de ahí me devolvieron a un hospital pues las lesiones en mi matriz y mi ano me provocaron una infección que obligo a que me retiraran la matriz, contesto Zulema entre sollozos al recordar tan violento episodio.
    
    Julieta abrazo con ternura a Zulema quien se dejó hacer, a los pocos momentos los sollozos cesaron y ambas mujeres volvieron a unir sus bocas, la pasión en los besos fue creciendo así como la intensidad de las caricias, ahora las manos llegaban a deslizarse por los senos de una u otra, había hambre y ternura con una creciente pasión y complicidad entre ellas. Ninguna pudo precisar cual se empezó a desnudar primero, las prendas fueron cayendo desordenadamente, una fina capa de sudor cubría ambos cuerpos, Julieta lamia cada tramo de piel que Zulema le ofrecía y se extasiaba de las sensaciones que la boca de Zulema le provocaba al besar y lamer sus senos, los pezones erguidos como nunca, su dureza lastimaba, su entrepierna se licuaba como nunca antes y hasta ahí llego la boca y lengua de Zulema, Julieta solo se dejó ir, cerró los ojos y disfruto todos y cada uno de los sabios manejos de su compañera, amante y empleada.
    
    La experiencia era cosa de otro mundo, los orgasmos vividos retumbaban en su mente, ninguna caricia propia la había llevado a esos límites, gozaba y se dejaba hacer, no pensó nunca en corresponder las caricias, solo tenía ...
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