1. La unión de las palomas


    Fecha: 14/09/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: orestes santoyo, Fuente: CuentoRelatos

    ... fuerza para sostener la cabeza de Zulema entre sus piernas, acariciar su cabello, su abandono era provocado por los espasmos continuos, gozaba sin parar, la languidez de todos sus músculos la invadía, cada nuevo orgasmo la agotaba más, creía que todas las fuerzas se le irían como humedad entre las piernas, sin esperar más se abandonaba a las sensaciones cuando repentinamente la cabeza de Zulema abandono su entrepierna y busco el sabor de tiernos besos en su boca, una de las piernas de Zulema se enredó entre las suyas y repentinamente el movimiento de la pelvis de Zulema frotando vagina sobre vagina le dio nueva dimensión al goce, chispas y destellos cimbraban su cuerpo, la fricción era enloquecedora, su flor se habría para recibir los besos de otra flor igual pero rebosante de humedad.
    
    Lentamente abrió los ojos para encontrarse con los ojos de Zulema que le miraban embelesados, sus bocas se habían secado por los suspiros y gemidos, con voz enronquecida susurro a su oído: -¡Maravillosa mi amor! ¡Fue divino! ¡Gozaste tanto, tanto!
    
    Con lentitud ambas caminaron a la intimidad del baño, con el agua corriendo por sobre sus cuerpos descubrieron nuevas caricias y nuevos centros de placer, las manos, los dedos, las lenguas ocuparon espacios nunca acariciados, entre las piernas, entre los senos, entre los dedos de pies y manos, descubrieron placer en el frotamiento de sus oquedades, sus bocas chuparon y lamieron sin dar tregua a la pareja, casi se hacían daño por la intensidad ...
    ... de sus abrazos, dentro de todo destacaban los sabores, cada una descubría nuevos placeres y nuevos pretextos para lamer y chupar, se penetraron todos los pequeños reductos con las lenguas en las orejas, la nariz, sobre los parpados, bajo el agua eran como pececillos boqueando, se picoteaban los lomos de las espaldas y las nalgas, se envolvían una debajo la otra y a cada nueva caricia una nueva escala del placer.
    
    Se gozaron por horas y cada una fue correspondida en las palabras de amor que se fueron prodigando, hasta que ambas despertaron a la realidad rendidas y enamoradas, Zulema se vistió y salió del baño como si huyera, llevaba lágrimas en los ojos.
    
    Julieta por su parte, se abrazó a sí misma, se envolvió en la toalla y luego con las sabanas y cobijas, durmió desnuda y no pensó en nada, en sus sueños, unicornios de colores bailaban como sirenas a la orilla del mar, sobre sus labios escurrían sus propias lágrimas y el sabor salado fue substituyendo al sabor de miel de la vagina de Zulema.
    
    Vivieron con intensidad su profundo amor, luchaban por no darlo a notar al resto del personal, cuidaban todos los detalles de una y otra, estaban pendientes de los niños y a veces en la soledad del baño se intercambiaban placer y besos por igual, sus manos dedos y bocas competían por satisfacerse mutuamente, solo llegaron a intercambiar miradas amorosas cuando por las noches Zulema se retiraba a sus habitaciones. Muchas veces casi eran sorprendidas por Federico, trataban de no estar ...
«12...111213...21»