1. Historia de parejas


    Fecha: 17/09/2019, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ¡Hola amigos, Os escribo estas líneas para contaros mi propia experiencia sexual.
    
    Comenzaré diciendo que estoy felizmente casado con una mujer que es una cachonda en el plano sexual, tenemos 36 años yo y 34 años ella.
    
    Es menudita, con un culo pequeño, pero con un buen par de tetas.
    
    Siempre que hacíamos el amor, fantaseábamos con tener relaciones con otras personas, eso nos ponía a mil por hora y alcanzábamos unos orgasmos de campeonato. Decidimos llevar acabo nuestras fantasías sexuales en la medida que no perturbara nuestra bien avenida relación, todo debía de hacerse de acuerdo a los intereses de ambos, si uno de los dos decidía que aquello que estábamos haciendo no nos satisfacía o entendíamos que produciría algún trastorno en la relación, pararíamos. Decididos como estábamos a llevar a cabo nuestros planes, yo le comenté a mi esposa que me producía mucho morbo el imaginar cómo ella era follada por otra verga, a lo que ella me contestaba que por el momento ni se le pasaba por la cabeza llegar a esa situación, que de momento la cosa debía ser muy suave, que de buenas a primeras no se iba a meter en la cama con un extraño y mucho menos follar con él. Llegados a este punto, pensamos cómo iniciar las fantasías que tanto nos hacían gozar en la cama. Era un sábado en el que habíamos quedado con unas parejas para cenar en nuestra casa y le propuse a mi esposa que se pusiera ropa sexy, así como la ropa interior que a mí tanto me excitaba, me gustaba saber que ella ...
    ... llevaría puesta la ropa que a mí me gustaba para sentirme excitado. Llegaron nuestros amigos y yo había quedado con mi mujer que cuando llegara el momento de tomar las copas en el salón, ella se pusiera enfrente de uno de los invitados y cruzara las piernas dejando ver sus bonitas braguitas (llevaba puesta una minifalda), así lo hizo, cuando uno de los amigos estaba enfrente de ella, cruzó las piernas lentamente dejando ver sus braguitas, se la veía algo cortada, pero a medida que controlaba la situación y viendo que nuestro amigo no apartaba la vista, ella decidió que no era momento de cortarse y dejó su entrepierna abierta para que él disfrutara de la visión , yo por mi parte estaba haciendo lo mismo, disfrutando de aquella visión, mientras me hacía el loco. Después de ver cómo se excitaba nuestro invitado, mi esposa salió del salón y haciéndome un gesto yo la seguí poniendo una excusa, estaba en la habitación esperándome para contarme cómo se había sentido, estaba mojada, toqué su coño a través de la braga y mi mano se empapó de sus líquidos vaginales, bajé la prenda y recorrí con los dedos su raja y la entrada del culo, sabía que eso la excitaba. Me bajé los pantalones sacando mi polla, coloqué a mi esposa apoyada en la cama y la empecé a frotar los dos agujeros, ella se excitaba por momentos, le dije que me comiera la polla cosa que hizo con fruición. Lo que más nos excitaba era saber que si un invitado fuese al servicio nos pillaría en plena faena (cosa que no pasó), ...
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