Historia de parejas
Fecha: 17/09/2019,
Categorías:
Intercambios
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... Santo Domingo.
Llego el día en el que aterrizamos en la isla. Estábamos en el hotel y mi cabeza ardía de deseos lúdicos, me la imaginaba follando con alguien en el hotel y comencé a maquinar un plan para llevarlo a cabo.
Todos los días en la piscina nos atendía un mulato que no apartaba la vista de las tetas de mi mujer. Cada vez que le servía alguna bebida se quedaba mirando al canalillo de su sujetador, de manera sutil, pero yo me di cuenta rápidamente, por lo que pensé que quizá sería la persona adecuada para llevar mi plan acabo.
Una tarde, mientras ella se encontraba tomando el sol en la piscina, me acerqué a la barra donde él se encontraba y, poco a poco, fui derivando la conversación hacia temas sexuales. Era un chico joven que no tenía novia y me dijo que hacía mucho que no hacía el amor. Le pregunté descaradamente si le gustaba mi mujer y él se ruborizó, pensando que a mí me iba a molestar su contestación, pero después de decirle que lo diría, me contestó que sí que estaba muy buena. Le propuse hacer un trío con mi mujer, a lo que él acepto encantado. Lo difícil sería convencerla a ella. Cada vez que nos servía el mulato bebidas, yo le hacía comentarios de índole sexual acerca de él, mi mujer no decía nada.
Una tarde que estábamos en la cama tumbados porque hacia mucho sol, yo había tramado un plan con el mulato para llevar mi fantasía a cabo. Pedí unas bebidas, que diligentemente subió nuestro amigo, cuando tocó en la puerta, mi mujer que se ...
... encontraba en braguitas y sujetador, se fue al baño para evitar ser vista por alguien ajeno. El camarero dejó las bebidas en la cómoda y yo preparé la cámara de video para grabar lo que allí pudiera suceder, él hizo como que se iba y se oyó cómo se cerró la puerta, mi mujer confiada salió del baño y se encontró con nuestro amigo mirándola fijamente, al principio se sintió ruborizada, pero como vio que yo no le daba importancia, se sentó en la cama a esperar acontecimientos. Le pregunté al mulato si le gustaba mi mujer y no dijo nada, se le notaba una tremenda erección. Mi mujer preguntó qué íbamos a hacer y yo le dije que lo que se terciase, en definitiva, si estaba dispuesta a pasar un buen rato, ella aceptó, le gustaba aquel chico.
Le dije al camarero que se desnudase y lo hizo, enseñándole la herramienta, mi mujer vio que "calzaba" un buen aparato, me dijo que me acercara y lo hice, comenzando una buena mamada en presencia del chico. Le dijo a éste que la fuera desnudando, comenzó por quitarla el sujetador, quedando al aire sus bonitas tetas, que tenían los pezones erectos, fue bajando hacia los muslos acariciándola lentamente, mientras ella seguía mamándome la polla, llegó al borde de las braguitas y las fue deslizando poco a poco, hasta que las tuvo en los tobillos. Se abrió de piernas enseñándole su coño, invitándole con suaves movimientos a que lo acariciase, no despreciando éste la invitación. Se inició un suave magreo entre mi mujer y nuestro amigo, mientras ella seguía ...